ISABEL BARRANTES

 

Numerosas personas vinculadas al mundo del toro se han dado cita en la tarde de este miércoles en la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción de Galapagar para despedir al prestigioso ganadero de reses bravas, Victorino Martín Andrés, quien fallecía este martes a causa de un ictus.

Tantas han sido las personas que querían dar el último adiós a Martín, tanto vecinos de la localidad madrileña como aficionados y profesionales taurinos, que la iglesia se ha quedado pequeña y muchos han tenido que seguir el sepelio desde el exterior.

El feretro ha llegado acompañado por sus hijos, Victorino y Ana Isabel, sus nietos y demás familia, entre ellos el también ganadero y sobrino de Victorino Martín, Adolfo Martín, y su sobrino-nieto, el matador de toros David Martín Escudero.

Han sido muchos los profesionales que se han dado cita en Galapagar, entre ellos matadores de toros retirados como El Viti, Andrés Vázquez, Tinín, César Rincón, El Soro, Morenito de Maracay, Niño de la Capea, Ortega Cano, José Antonio Campuzano, Espartaco, El Fundi, Roberto Domínguez, El Tato, Pepín Liria, Cesar Jiménez, Manuel Caballero, Frascuelo, Cristina Sánchez o Antonio Barrera.

Entre los diestros en activo, estaban Juan Mora, Enrique Ponce, Uceda Leal, el Cid, Rafaelillo, Diego Urdiales, Paco Ureña, Curro Díaz, Luis Bolívar, Alberto Aguilar, Tomás Campos, Alejandro Esplá, Gómez del Pilar, Emilio de Justo, Jairo Miguel, Fortes, Fernando Robleño, Manuel Escribano, entre otros.

Ponce recordaba al ganadero desaparecido como "un icono histórico y un personaje irrepetible, que dio toda su vida por el toro y su defensa”.

En representación de los ganaderos se ha podido ver a Antonio Miura, José Escolar, Juan Pedro Domecq, Javier Sánchez Arjona, José Luis y Pablo Lozano, Simón Caminero, Daniel Ruiz, Carlos Aragón Cancela, Luis Algarra, Silvia Camacho, además de miembros de la Unión de Criadores de Toro de Lidia, a la que Victorino Martín pertenecía.

Según Juan Pedro Domecq, su compañero de Galapagar "ha escrito con letras de oro una parte muy importante de la historia de la ganadería de bravo".

Cabe destacar que tras el responso, una comitiva de cientos de personas acompañó al féretro hasta el cementerio municipal de Galapagar, donde Victorino ha sido enterrado en la sepultura familiar.