ISABEL BARRANTES 

 

Un Guardia Civil, que se encontraba fuera de servicio, evitó la agresión a una mujer por parte de su compañero sentimental en un bar de Plasencia.  El agente tuvo que intervenir al observar como la víctima estaba siendo insultada y zarandeada. 

Los hechos tuvieron lugar en la tarde de este martes en un establecimiento próximo al cuartel de la Guardia Civil. El agente observó  como un hombre muy alterado, profería insultos y zarandeaba a una mujer, resultado ser su compañera sentimental. 

El Guardia Civil intervino ante la situación con el objeto de evitar que la mujer fuera agredida. Para ello se interpuso entre ambos, intentado convencer al agresor para que depusiera su actitud.

El hombre le respondió propinándole un fuerte golpe en la cara e intentando ocasionarle lesiones más graves con un botellín que previamente había roto, produciéndole diversos cortes en el cuello y la espalda. 

Ante la situación vivida en el establecimiento, el propietario del mismo, se trasladó al cuartel de la Guardia Civil, situado a escasos metros, para solicitar ayuda para apoyar al agente que se encontraba interviniendo, acudiendo “de forma inmediata” otro agente que trasladó al agresor a dependencias policiales.

Posteriormente, y por encontrarse en demarcación de la Policía Nacional, el agresor fue entregado a dos patrullas que se personaron en el establecimiento para la instrucción de las correspondientes diligencias.

El agente de la Guardia Civil libre de servicio tuvo que ser atendido en un centro médico por el fuerte golpe recibido en la cara y las heridas en cuello y espalda producidas por el agresor.