ISABEL BARRANTES 

 

 

La alcaldesa de Valverde de la Vera, Natalie Deprez, ha definido la jornada de este miércoles como “un día negro” para los vecinos con motivo de la inundación de la localidad a consecuencia de la rotura de la balsa que abastece de agua a este municipio verato.

 

Deprez ha asegurado que pasaron “mucho miedo” ya que varias calles de la localidad estaban anegadas de agua y lodo, lo que ha provocado importantes daños en la zona del arroyo de La Gargantilla.

 

Concretamente la piscina municipal, el velatorio, la Ermita del Cristo, y las fincas y viviendas cercanas a esta zona, son las que mayores desperfectos han sufrido.

 

La alcaldesa ha destacado que los momentos más críticos se vivieron durante las primeras horas, cuando dos casas quedaron bloqueadas por el agua y desconocían si sus inquilinos se encontraban bien. Finalmente éstos fueron rescatados por los bomberos.

 

Asimismo ha señalado que ahora es momento de recobrar la normalidad para coordinar con las administraciones las medidas de recuperación que se llevarán a cabo.