ISABEL BARRANTES 

 

El consistorio de Ahigal ha solicitado a la Junta de Extremadura la concesión de la Medalla de Extremadura de este año a su vecino Miguel Ángel García Sánchez, el guardia civil que el pasado verano rescató, con la ayuda de sus dos hijos, a ocho personas de una embarcación en llamas en el embalse de Gabriel y Galán.

El ayuntamiento respalda su petición en que consideran “que concurren méritos suficientes para su otorgamiento basados en la proeza realizada el pasado verano". Además han destacado que "la heroicidad de nuestros paisanos ha sido reconocida oficialmente por organismos civiles y militares, concediéndoles la Medalla al Mérito de la Protección Civil y la Cruz con distintivo blanco de la Orden del Mérito de la Guardia Civil",

Esta petición cuenta también con el apoyo del Ayuntamiento de Plasencia, al ser el lugar de trabajo y residencia del agente y su familia.

Cabe recordar que el Guardia Civil se encontraba haciendo piragüismo en las inmediaciones de “El Anillo” cuando fue sorprendido por una fuerte explosión procedente de una embarcación que se encontraba a unos 150 metros. 

El ruido de la detonación estuvo seguido por los gritos de un numeroso grupo de personas que ocupaban la embarcación. En ese momento el agente se dirigió con su piragua al lugar de la explosión y observó a varias personas en el agua. 

Asimismo en la embarcación se encontraba otra persona de unos setenta años de edad intentando sofocar el fuego que se estaba extendiendo  y otra más con un bebé de tres meses que no se atrevía a saltar al agua con él. 

Según informaron en su momento desde la Guardia Civil, tras colocar la piragua en paralelo con la embarcación, el agente cogió en brazos al bebe y lo llevó hasta la orilla, a unos 200 metros, donde se encontraban unos vecinos de Ahigal que habían acudido alertados por la explosión, haciéndose cargo del menor. 

El agente regresó al barco siniestrado a por una niña de apenas dos años y medio y a por un niño de cuatro años, los cuales se encontraban en el agua gritando y en estado de nerviosismo debido al susto provocado por la explosión y al dolor de las quemaduras que habían sufrido en brazos y piernas.