CELIA CORDERO

 

La candidatura a patrimonio mundial inmaterial de la técnica constructiva arquitectónica piedra seca, en la que Extremadura participa, se presentará ante el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

El territorio acotado por Extremadura está determinado por el complejo agroganadero de Los Pajares situado en la localidad de Santibáñez El Alto, un ejemplo palpable de cómo la arquitectura vernácula que hace uso de la piedra local, implementando la piedra seca, es capaz de generar personalidad propia al paisaje, siendo una arquitectura, conectada con los usos ganaderos, muy constreñida por el medio ecológico pese a la relativa complejidad constructiva de sus inmuebles.

Cabe destacar que Extremadura se presentará junto con siete comunidades más de España, y otros seis países, según ha sido aprobado por el Consejo Nacional de Patrimonio celebrado en Las Palmas de Gran Canaria esta semana, con la participación del director general de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural, Francisco Pérez Urbán.

La piedra seca o piedra en seco es una técnica utilizada para levantar inmuebles, o estructuras de inmuebles, utilizando materiales, generalmente la propia piedra local, sin aplicar ningún tipo de argamasa o aglomerante para proporcionar solidez al conjunto.

Otros ejemplos de piedra seca en Extremadura se localizan en el conjunto de chozos de la finca las Mil y Quinientas de Llera, en los que el espacio se configuró a través de actividades agroganaderas de subsistencia, hoy sin virtualidad, en los que inmuebles de una arquitectura muy elemental, distribuida por toda la ribera del Mediterráneo, los chozos, explican cómo la piedra seca forma parte de los inmuebles más sencillos que forman parte del paisaje al igual que el sustrato, la vegetación o la fauna.

En ese sentido, es importante reseñar que en Extremadura hay notables diferencias entre una arquitectura serrana, de montaña, propia de las comarcas más norteñas e insertas en las estribaciones de la Sierra de Gredos y otra del llano, la cual podremos hallar en las áreas cerealistas de la penillanura y en las comarcas que bordean las Vegas del Guadiana, no obstante, en ambos contextos hallamos la piedra seca como técnica de la arquitectura tradicional. Como ejemplos de esta transición, la región presenta las adhesiones de Las Corralás de Torrequemnada, los molinos de Arroyomolinos y el Cocedero de Chochos de Monesterio, completándose con ello una visión real de la técnica en nuestra región.

Para presentar este trabajo, se ha contado con el apoyo de los municipios que tienen declarados Bien de Interés Cultural (BIC) elementos patrimoniales en la esta técnica, como Santibáñez el Alto, Torrequemada, Llera, Monesterio y Arroyomolinos, así como con asociaciones implicadas en el patrimonio inmaterial, como la Federación Extremeña de Folclore y la revista Saber Popular y la Asociación en Defensa del Patrimonio de Valle de la Serena.

La candidatura a patrimonio mundial inmaterial está liderada por Chipre y Grecia, y cuenta con la participación de Croacia, Francia, Italia y Suiza, aparte de España. A nivel nacional, junto con Extremadura, han participado en la elaboración del expediente las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia.

Durante su activa participación en el grupo de trabajo de este proyecto desde finales de 2015, Extremadura ha colaborado aportando edificaciones significativas, fotografía representativas de la técnica, material antropológico, vídeos, bibliografía, así como las investigaciones de dos técnicos cualificados de la Dirección General de Patrimonio Cultural para abordar este trabajo.