ISABEL BARRANTES 

 

Un estudio ha revelado recientemente que el Puente Romano de Alcántara, construido en tiempos del emperador Trajano en el siglo II después de Cristo, se construyó sobre los restos de otro puente más antiguo.

El investigador del Instituto de Arqueología-Mérida, Antonio Pizzo, ha explicado que “el Puente de Alcántara está considerado como uno de los símbolos de la romanización de Hispania y una de las obras maestras de la arquitectura de todo el mundo romano”.

De este modo la investigación, en la que han participado científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, confirma la importancia estratégica de este lugar.

Estas conclusiones se han obtenido tras el hallazgo en una de las pilas del puente situadas en la margen izquierda del río, de evidencias de “la presencia de parte de un puente anterior que permanece visible y que fue reutilizado”, ha señalado el investigador.

Cabe destacar que con la aparición de este dato surgen dos hipótesis diferentes. La primera mantiene que se trataría de un puente construido anteriormente y que se derrumbó por alguna crecida del río, algo posible pero poco probable, según mantiene el investigador, ya que los restos de material se podrían haber reutilizado en la fábrica actual.

Por su parte la segunda hipótesis, y “la más probable”, sugiere que los restos hallados podrían pertenecer a un proyecto fallido que empezó ejecutándose y se suspendió por causas que desconocemos”.

Para el estudio se ha reconstruido la historia del puente desde su edificación hasta la actualidad, y se han planteado diversas hipótesis sobre las restauraciones sufridas, aunque algunas se perdieron en la gran reforma del puente, a mitad del siglo XIX.

Actualmente, el Puente de Alcántara aspira a formar parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.