ISABEL BARRANTES 

 

La consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García Bernal, ha informado a regantes y cooperativas del norte de Cáceres que su departamento invertirá 12 millones de euros en un proyecto para fomentar el regadío en los valles del Jerte, el Ambroz y La Vera.

García Bernal ha explicado estos planes en una reunión celebrada esta mañana en la sede de la Consejería en Plasencia, junto con el director general de Desarrollo Rural, Manuel Mejías.

Estas inversiones, según la consejera, están contempladas en la segunda modernización de los regadíos extremeños y cuentan con el apoyo de la Mesa del Regadío Extremeño. Durante este año, ha indicado García Bernal, la Consejería ha evaluado carencias y posibilidades de riego en la zona norte de la provincia de Cáceres y fruto de ese análisis es la propuesta presentada.

“La segunda modernización que se va a llevar a cabo en Extremadura debe acometer la resolución de problemas estructurales que sufre el regadío extremeño, además también debe ir orientado a una mayor tecnificación del regadío y a una mejor gestión del recurso agua”, ha señalado la titular de Medio Ambiente, quien ha subrayado que las comunidades de regantes han desempeñado una importante labor en la primera modernización que se ha llevado a cabo en Extremadura, que ha supuesto inversiones próximas a los 250 millones de euros, haciendo al mismo tiempo un importante esfuerzo económico, ya que una parte ha sido pagada por los propios regantes.

Tras los análisis técnicos del Servicio de Regadíos de la Dirección General de Desarrollo Rural, García Bernal ha añadido que es necesario abordar mediante un plan específico la problemática que sufren los regadíos de montaña ubicados principalmente en el Valle del Jerte, Valle del Ambroz y La Vera.

PROBLEMAS Y SOLUCIONES

Los principales problemas de los regadíos de montaña en esa zona se resumen en carencia en documentos concesionales de riego, insuficientes infraestructuras básicas de almacenamiento de agua, problemas de gestión del riego o instalaciones inadecuadas que no incluyen sistemas eficientes de riego localizado.

Entre las soluciones aportadas por la consejera para estos regadíos de montaña se encuentran la mejora en la gestión del riego, para lo cual es fundamental fomentar, regularizar e impulsar el funcionamiento de las comunidades de regantes existentes, y por ello habrá una línea de ayudas para mejorar su gestión.

Otra solución pasa por la construcción de infraestructuras de almacenamiento y regulación de agua de riego. Las infraestructuras necesarias consisten en la construcción de balsas de almacenamiento, ubicadas en zonas altas que tomarán el agua de las gargantas, que se llenarían durante el otoño, invierno y primavera, épocas en las que la Confederación autoriza la detracción de agua de las gargantas, garantizándose así los caudales necesarios para el riego. Estas balsas se complementan con una serie de depósitos de regulación aguas abajo de éstas, que faciliten la distribución hacia las distintas zonas de riego.

Para estas ayudas, habrá un decreto por importe de 4,5 millones de euros con fondos para los regantes de hasta un 75% de la inversión.

También se trabajará en la creación de infraestructura de riego destinada a la introducción de riego localizado. Así, para obras de infraestructuras se firmarán convenios con la SEIASA y las comunidades de regantes, o bien podrán acogerse a ayudas a través del decreto de modernización de regadíos que en su primera convocatoria tiene una dotación de 10 millones de euros.

Junto a algunas medidas complementarias, este Plan para el Regadío de Montaña tendrá un presupuesto global aproximado de 12 millones de euros. Según la Consejería, es necesario establecer políticas orientadas al equilibrio territorial, capaces de asentar población y generar nuevas oportunidades.