LUCÍA SEMEDO

 

El Consorcio Extremeño de Información al Consumidor, organismo dependiente del Instituto de Consumo de Extremadura (INCOEX), ha realizado una encuesta sobre el aceite de oliva en Extremadura, con el  objetivo de sondear y analizar de forma general, los hábitos de compra y consumo de aceite de oliva por parte de los consumidores extremeños, los factores que influyen en la elección final de compra, el etiquetado o la valoración del producto.

Asimismo, se les planteó diversas cuestiones a fin de valorar el grado de conocimiento de los entrevistados sobre las categorías comerciales de los aceites de oliva, y las D.O. (Denominación de Origen) que existen en nuestra región. Finalmente, se les ha consultado la opinión sobre la medida de la UE que obliga a los bares y restaurantes a ofrecer el aceite de oliva en formato mono dosis o en botellas no rellenables.

Para ello, se ha obtenido una muestra de 380 encuestas de entre  los responsables de compra de los hogares de la Comunidad Autónoma.

Extremadura es una región eminentemente productora y consumidora de aceite de oliva como así se refleja en los datos obtenidos en relación al tipo de aceite que consumimos en los hogares extremeños, el 99% consume aceite de oliva, de los cuales un 33% también consume de girasol. Tan sólo un 1% consume otros tipos de aceites vegetales de forma exclusiva.

De otras conclusiones obtenidas se puede destacar que un porcentaje importante de los encuestados, el 45%,  adquieren el aceite de oliva “directamente de almazara”, el resto en otras “superficies comerciales”, “supermercados” o “tiendas de barrio”. Este hecho nos indica la facilidad y accesibilidad para comprar aceite de calidad en la misma fábrica en Extremadura.

CALIDAD Y PRECIO COMO SEÑAS DE INDENTIDAD

En el caso de los factores que influyen en la elección final de compra del aceite de oliva, “la calidad” y “el precio” han sido los principales factores situados por los encuestados en los dos primeros puestos de la escala, por delante de “la marca” o “si es D.O.”. Teniendo en cuenta que “la calidad” como factor final de compra no es cuestionada sobre todo en nuestra región, destaca “el precio” como el siguiente factor de importancia a la hora de adquirir aceite de oliva. Es decir, se busca lo económico dentro de la calidad que se espera de nuestros aceites.  

Preguntados por el atributo del aceite de oliva que más valoran, son “la salud” y “el sabor” los más valorados, seguidos muy de cerca por “la calidad”. Sobre todo destaca la opción “la salud” en los encuestados de “entre 55 y 75 años” con un 46,8%, lo que pone de manifiesto la asociación del consumo de aceite de oliva con aspectos saludables de nuestra dieta.

Otros datos relevantes nos muestran el grado de conocimiento de las Denominaciones de Origen de nuestra región. Un 32% dice adquirir aceite de oliva “con D.O.”, sin embargo, de éstos, la mitad no conocen o responden de forma incorrecta cuando se les pregunta por el nombre de alguna Denominación de Origen de aceite de Extremadura. Por lo que existe un gran desconocimiento de las mismas, aunque el 75% de los encuestados afirme que “ha oído hablar de las D.O. del aceite de oliva”.

Por otra parte, y referente a las categorías comerciales de los aceites de oliva, el 48% manifiesta no tener conocimiento de las distintas categorías, sin embargo, cuando se les pide que las ordenen de mayor a menor según la calidad, casi el 70% lo hace correctamente, lo que hace pensar que se desconoce el concepto de “categoría comercial” pero sí conocen su denominación según la calidad. Así, a la hora de ordenarlas en una tabla de mayor a menor calidad, el porcentaje que sitúa el “aceite oliva virgen extra” correctamente en primer lugar, es muy alto. Igualmente ocurre con el segundo lugar que dan correctamente al “aceite de oliva virgen”. Sin embargo se produce mayor confusión con el tercer y cuarto puesto, “aceite de oliva” y “aceite de oliva refinado”.

Por último, se les pidió la opinión sobre la medida de la UE, que obliga a los bares y restaurantes a ofrecer el aceite de oliva en formato mono dosis o en botellas no rellenables. En ese aspecto es de destacar el porcentaje que opina que es “Positiva”, un 75%. Les resulta “indiferente” al 13,6% y “negativa” al 9,6%.