ISABEL BARRANTES 

 

Unos 9.000 extremeños han contraído la gripe esta temporada, según estimaciones realizadas  a partir de los datos recogidos por el Sistema Centinela de Vigilancia de esta enfermedad, lo que equivale a tan sólo un tercio de la población afectada por estas fechas en 2015, cuando el virus gripal ya se había transmitido a unas 27.000 personas en la región.

La tasa de incidencia de la gripe en Extremadura continuó estable la semana pasada, situándose en 130 casos por cada 100.000 habitantes, ligeramente por encima de la de la semana anterior — 121 casos/ 100.000–, pero muy por debajo de la tasa de casi 400 casos por cada 100.000 habitantes registrada el año pasado a mediados de febrero.

También es notablemente inferior al de 2015 el número de casos graves hospitalizados con gripe. Desde que se inició esta temporada de vigilancia de la enfermedad hasta el pasado domingo 14 de febrero, los hospitales extremeños han notificado  un total de 25 casos graves ingresados, 7 de ellos la semana pasada, mientras que el año pasado por estas fechas se habían notificado ya 50 casos.

Durante la semana de referencia no se produjo fallecimiento alguno, por lo que siguen siendo tres las personas fallecidas con gripe esta temporada en nuestra región, justo la mitad de las defunciones registradas en la semana equivalente de 2015 (6).

En el conjunto de España la tasa de incidencia se situó la semana pasada en 189 casos/100.000, y se han contabilizado un total de 802 casos graves hospitalizados y 57 defunciones de pacientes con gripe.

De los 25 casos graves notificados en Extremadura hasta el momento, 5 de ellos han recibido ya el alta hospitalaria y 17 continúan ingresados en distintos hospitales de la comunidad autónoma.

De esos 25 casos graves, al menos 20 pacientes tenían uno o varios factores de riesgo, mientras que tres de ellos no tenían patologías previas que supusieran un riesgo añadido a la gripe y en dos casos no consta.

FACTORES DE RIESGO ENTRE LOS HOSPITALIZADOS

Los factores de riesgo más frecuentes entre los hospitalizados están siendo, por este orden,  diabetes, enfermedad cardiovascular crónica, obesidad, enfermedad pulmonar crónica, inmunodeficiencia y enfermedad hepática.

El motivo del ingreso de estos pacientes han sido las diversas complicaciones que presentaban asociadas a la gripe, en la mayoría de los casos neumonía (22), síndrome distréss respiratorio agudo –insuficiencia respiratoria– (9),  co-infección –una segunda infección además de la gripe– (6) y fallo multiorgánico (6).

Al menos dieciocho de estos pacientes (72 %) no se habían vacunado contra el virus de la gripe, mientras que tres  sí lo habían hecho (12 %) y en otros cuatro casos no consta.

Para evitar la transmisión de la gripe, la Dirección General de Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud recuerda la importancia de seguir unas pautas básicas de conducta como lavarse las manos con frecuencia, cubrirse nariz y boca cuando se tose o estornuda, y evitar los saludos con contacto físico.

Para las personas con síntomas como fiebre o malestar general, también aconseja quedarse en casa hasta un día después de la desaparición de los síntomas –aproximadamente una semana-. 

Aunque la campaña oficial de vacunación concluyó a finales de noviembre, todavía hay dosis disponibles en los centros de Atención Primaria, donde pueden vacunarse todas las personas mayores de 60 años, los usuarios de cualquier edad con enfermedades crónicas cardiovasculares, pulmonares, hepáticas  o neurológicas, obesidad, insuficiencia renal disfunción cognitiva u otras patologías o situaciones consideradas como factores de riesgo.

También está indicada la vacunación para personas que pueden transmitir la gripe a otras con alto riesgo de complicaciones, como los trabajadores de centros sanitarios o instituciones geriátricas, y profesionales de servicios públicos esenciales como fuerzas de seguridad, emergencias sanitarias o personal docente.

El SES recuerda a los usuarios que en caso de que tengan síntomas de la gripe deben acudir a consulta con su médico de cabecera en el centro de salud o consultorio que les corresponda, para evitar colapsar los servicios de urgencias.