La lidia en la plaza y posterior suelta por las calles del recinto amurallado de Coria del toro Cantinero, de la Peña Junta de Defensa, concluyó sin incidentes en una jornada marcada por las elevadas temperaturas, la gran afluencia de público y el recuerdo a Martín Caballero, el aficionado de Moraleja de 43 años que falleció tras ser corneado por un astado en la tarde de San Juan.

Cantinero, un animal de la ganadería Puerto de San Lorenzo, marcado con el número 129 y de casi seis años, fue un toro lento que apenas se movió por el recinto y que dio poco juego durante los treinta minutos de lidia tradicional.

El animal salió al recinto por las calle de Las Monjas, sintió querencia por la calle Toril (junto al Museo de la Cárcel Real) y regresó en varias ocasiones a la Plaza de los Toros. Fue necesario recurrir a la pica para que Cantinero se moviera de forma lenta y sin generar peligro.

El astado también llegó a la zona de las Cuatro Calles, espacio donde perdió la vida a las 21.44 horas, junto a la Puerta de La Guía sin que se registraran incidentes, tal y como confirmaron desde los servicios médicos oficiales.

MINUTO DE SILENCIO

Antes de que el toro saliera al albero de la Plaza de España, el numeroso público que se encontraba en la plaza  guardó un minuto de silencio en recuerdo de Martín Caballero, quien falleció en el Hospital Ciudad de Coria después de ser herido gravemente por el toro de la tarde del día 24.

La víctima recibió sepultura en un sepelio que acogió la Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad de Moraleja, templo en el que familiares y amigos le dieron el último adiós.