Unos 650 efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil actuarán este fin de semana en el tramo extremeño de la vía A-5 con motivo de evitar posibles accidentes e irregularidades por la aglomeración de gente que provocará el encuentro final de la Champions League. Este partido se disputará este sábado en Lisboa entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid y se espera que sean alrededor de 50.000 personas las que acudan a esta cita deportiva.

Con el fin de regular esta situación la Delegación del Gobierno en Extremadura ha mantenido una Junta Regional de Seguridad con mandos de la Policía Nacional, Guardia Civil, trabajadores del Puesto Transfronterizo de Caya, la Guardia Nacional Republicana (GNR) de Portugal, el Servicio Extremeño de Salud (SES) así como 112, Cruz Roja y representantes del Gobierno nacional y autonómico, además de empresarios de las estaciones de servicio.

El delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, ha indicado que las previsiones con las que cuenta el ejecutivo regional reflejan que serán más de 400 los autobuses que recorran el trayecto entre Madrid y Lisboa, siete trenes que entran en la región por Salamanca y unos siete aviones en los que viajan aficionados. A esto, ha concretado López Iglesias, se suman también aquellos que se desplazan en sus propios vehículos.

A las labores de estos efectivos se sumarán también los medios del Estado, que vigilarán el trayecto de la A-5, las ciudades y áreas de servicio para asegurar el buen desarrollo de estos viajes habilitando desvíos y adaptando el número de carriles al volumen de circulación.

También se contará con dos helicópteros, uno con base en Madrid que vigilará los tramos desde la capital nacional a Castilla la Mancha y otro con base en Talavera la Real que actuará en la A-5.

En las carreteras, el Centro 112 de Extremadura será el encargado de coordinar las posibles labores de auxilio que pudieran ser necesarias, mientras que el SES aportará dispositivos a los hospitales de la zona con siete ambulancias repartidas en tramos en los que se “espera” una alta concentración de accidentes.

López Iglesias ha manifestado que considera que existe una gran coordinación para que “en el caso de que pase algo se pueda atajar el problema en seguida".