El consejero de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Turismo, Víctor del Moral, y la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, han anunciado la apertura del proceso de adjudicación de 60 viviendas de promoción pública a las familias con menos recursos económicos de la ciudad. Son pisos recuperados en los últimos meses por el Gobierno de Extremadura, a través de la gestión de los trabajadores sociales o de procesos de lanzamiento autorizados por los jueces, que serán entregados a nuevos adjudicatarios de la capital cacereña en régimen de alquiler social.

Todas las viviendas están en Aldea Moret y, antes de su entrega a los nuevos adjudicatarios, Fomento acometerá en los próximos meses una inversión de 600.000 euros para convertir los inmuebles en hogares dignos para las familias. Los pisos están ubicados en las calles German Sellers de Paz, Jesús de Nazareno, Juan García García, Lucas Burgos Capdeville y Ródano.

Actualmente se están elaborando los proyectos para la reparación de los inmuebles. Las obras se acometerán cuando el proceso esté suficientemente avanzado, de manera que lo que se pretende es hacer coincidir el momento final del proceso de selección de los adjudicatarios con la finalización de las reformas.

El proceso para la adjudicación de estas 60 viviendas se abrirá por parte del ayuntamiento cacereño el próximo lunes y los interesados tendrán un plazo de un mes para presentar las solicitudes.

ADJUDICACIÓN POR BAREMACIÓN

Del Moral ha informado que la selección de los adjudicatarios se efectuará tras la baremación de la situación económica y familiar en que están cada uno de ellos. 

Los solicitantes, por tanto, tendrán que cumplir los requisitos básicos previstos en el vigente decreto de adjudicación de viviendas. Entre ellos están que los ingresos de la unidad familiar no superen las dos veces el IPREM, que no sean titulares de ninguna otra vivienda y tener acreditada una residencia en la ciudad de Cáceres de más de tres años.

A partir de ahí serán las circunstancias de cada unidad familiar las que determinen la puntuación de cada solicitante, que a su vez será la base para decidir si tiene derecho o no a una vivienda.

El responsable autonómico de Fomento ha anunciado que la Consejería y el Ayuntamiento trabajarán de forma intensa y coordinada para que los nuevos adjudicatarios de las viviendas puedan estar en sus hogares en Navidad, aunque la fecha definitiva de entrega dependerá en gran medida de los problemas que surjan durante el proceso de baremación que realizarán los técnicos municipales.

De las 60 viviendas que se entregarán en Cáceres, aproximadamente la mitad son fruto de desahucios y el resto han sido recuperadas gracias a la labor de los trabajadores sociales.

457 VIVIENDAS RECUPERADAS EN EXTREMADURA

En lo que va de legislatura, la Consejería de Fomento ha recuperado 457 viviendas sociales en Extremadura, 369 gracias a la gestión de las trabajadoras sociales y 88 a través de desahucios autorizados judicialmente.

Del Moral ha destacado que la práctica totalidad de los desahucios en viviendas sociales han sido de inmuebles desocupados u ocupados ilegalmente, dedicados a almacenes, trasteros o venta de drogas, o pisos cuyos titulares eran propietarios de otra vivienda.

En todos los casos, las viviendas recuperadas han sido entregadas de nuevo a familias con bajos recursos, como en el proceso que se ha iniciado en Cáceres.

VIVIENDAS PARA MUJERES MALTRATADAS

El consejero de Fomento ha anunciado también que su departamento va a recepcionar a finales de este mes las obras de las seis viviendas para mujeres víctimas de violencia de género construidas en una parcela situada junto a la Casa de la Mujer y el Menor de Cáceres.

Estas seis viviendas, donde se han invertido 258.000 euros, se podrán a disposición, en régimen de alquiler, de mujeres, con o sin hijos, que han tenido algún problema de violencia de género. Podrán ser utilizadas por las inquilinas hasta que su situación se regularice y puedan trasladarse a una vivienda de alquiler o compra. Estos pisos servirán, además, para establecer un plazo de adaptación entre el momento de sufrir la agresión y su reincorporación plena a la sociedad de la mujer víctima de violencia de género.