La Semana Santa conmemora la pasión, muerte y resurrección de Cristo desde el Domingo de Ramos al de Resurrección, y lo hace con intensas muestras de religiosidad popular  que encierran tradiciones y costumbres diferentes de unos lugares a otros.

 Vamos a conocer la Semana Santa Rayana, la que protagonizan las doce ciudades históricas de la raya luso-española que conforman el Circuito Turístico por Tierras Rayanas para la puesta en valor de su legado histórico-artístico, cultural y natural.

Comenzamos nuestro recorrido por la Semana Santa Rayana en la localidad lusa de Idanha-a-Nova. A lo largo de su territorio, las Hermandades se han encargado de mantener tradiciones ancestrales que ponen en valor la religiosidad popular como una manifestación de piedad. Merecen mención especial la “Encomendação das Almas”, el “Louvado Nocisso”, los “Santos Passos” o el “Descimento da Cruz”. El domingo de Pascua da paso a un ciclo festivo con numerosas romerías por todo el Concejo.

 En la parte extremeña de La Raya, la ciudad de Coria ofrece una invitación, turística y cultural, para descubrir su itinerario de la Pasión; decorado natural donde el arte imaginero de la madera tallada cobra significación a través de los ornamentales pasos de las cofradías penitenciales que procesionan, en actos sacros de recogimiento y respetuoso silencio, por su conjunto amurallado romano.

SEMANA SANTA CON ORÍGENES MEDIEVALES 

 Un poco más al Sur, la localidad de Alcántara nos muestra una Semana Santa con orígenes medievales, en la que cabe destacar la peculiar procesión de “La Campana”, que tiene lugar el Miércoles Santo. Se trata de una procesión medieval de penitentes,  que se abre y cierra con dos campanas que se van contestando durante toda la marcha. Entre ambas iban los penitentes, que al día siguiente, Jueves Santo, eran reconciliados públicamente con la Iglesia durante los Santos Oficios.

 En la parte portuguesa de La Raya, Castelo de Vide celebra con la Semana Santa la fiesta más arraigada entre sus habitantes. Las celebraciones religiosas se alternan con las vivencias laicas. El Domingo de Pascua, la Resurrección encierra el momento más solemne de la fiesta. La bandera municipal congrega a los habitantes del Concejo en la singular “Procesión de los Estandartes”.

 La villa rayana de Valencia de Alcántara, siempre respetuosa con sus tradiciones religiosas, lo demuestra en la Semana Santa, cuyas imágenes son acompañadas año tras año por las cofradías y el pueblo.  Son varias las procesiones con las que cuenta la actual Semana Santa, repartidas entre el Domingo de Ramos y el Viernes Santo. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Ntra. Sra. de la Soledad dotan de esplendor a las procesiones, incorporando los Triduos, el Pregón, el adorno de los pasos, las saetas y las bandas de música de Castelo de Vide y la de Cornetas y tambores de la localidad

ESCENIFICACIÓN DE LA PASIÓN 

 En la Semana Santa de Alburquerque destaca la representación de la Pasión y Muerte de Jesús, de la que ya se han celebrado 14 ediciones, y que se celebra el Viernes Santo. Más de 200 vecinos recrean estos hechos religiosos en diversos escenarios próximos al Recinto Amurallado y el Castillo de Luna. La Procesión del Silencio recorre la localidad en la medianoche del Viernes Santo, con la talla de la Virgen de la Soledad.

 Vivir la Semana Santa en la villa lusa de Marvao equivale a adentrarse en el túnel del tiempo. Su rica tradición le ha permitido crear rituales propios cuyo verdadero significado es la unión de la familia, los amigos y la comunidad en un municipio amurallado de gran riqueza patrimonial que está incluida en la lista de candidatos a Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 2000.

 También en la parte lusa, en Campo Maior, la Semana Santa es una extensión de las Fiestas en honor de “Nossa Senhora da Enxara”, festividad de cariz religioso pero que encierra varios trazos paganos. En esta ocasión, las celebraciones dan comienzo el día 12 de abril con una procesión que lleva la imagen de la virgen al Santuario, y los días 19, 20 y 21, el programa contempla la celebración de actos religiosos, animación y convivencia entre los campomaiorenses que celebran la Pascua de esta forma.

FUSIÓN DE TRADICIONES 

 En la parte extremeña, la Semana Santa de Olivenza es una fusión de tradiciones que cuentan una misma historia. Una historia donde los escenarios son las calles que recorren sus desfiles procesionales, calles llenas de mestizaje, donde no sólo conviven, sino que llegan a fusionarse la cultura lusa y la hispana. La Semana Santa de Olivenza es especialmente singular porque en ella se refleja su pasado portugués de más de 500 años. De entre las singularidades conservadas, lo que hace la Semana Santa de Olivenza diferente son tres procesiones que jamás se han perdido: la de los Pasos, la Procesión de las Banderas y el Santo Entierro de la Cofradía de la Misericordia.

CEREMONIAS 

 En la localidad lusa de Estremoz, los festejos de la Semana Santa se denominan “Triduo Pascal”, y dan comienzo la noche del Viernes Santo con la celebración de una Eucaristía y Ceremonia de Lavado de Pies, en la Iglesia de Santa María. El Sábado Santo tiene lugar la Vía Sacra y la Adoración de la Cruz, y por la noche se celebra la procesión del Entierro del Señor, para finalizar el Domingo de Pascua, con la Eucaristía de Aleluya que celebra la resurrección de Cristo.

 En Barcarrota, municipio extremeño de la provincia de Badajoz, destaca el Vía Crucis ambientado en el siglo XVII con el Cristo de la Buena Muerte, que es portado por mujeres sobre parihuelas y que tiene lugar durante la noche del Martes Santo. Recorre el casco histórico y los nazarenos se dividen en dos grupos: los de luz, que iluminan el trayecto, al estar el alumbrado público apagado, y los de sangre, que hacen penitencia. Destaca también el Sermón del Descendimiento el Viernes Santo por la tarde en la Plaza de la Soledad.

 Para finalizar este recorrido por la Semana Santa Rayana, llegamos a Jerez de los Caballeros, dónde los principales misterios de la Pasión son recordados y solemnizados en la Semana Grande. Palmas y olor a romero, túnicas blancas y negras el Domingo de Ramos. Misticismo y recogimiento el Lunes de Penitencia y el Martes de Oración.

El Miércoles y el Jueves Santo se identifican con la liturgia: Sagrada Cena, Cristo Coronado de Espinas, Cristo de la Piedad, María Santísima de la Amargura, Esperanza Macarena, romanos y caballos, tambores y cornetas para la noche más larga del año. Al amanecer del Viernes Santo, el Paso, el tradicional paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, un encuentro con la tradición más antigua y respetada, y para finalizar esta Semana Grande, otro encuentro esta vez jubiloso y festivo, el Domingo de Resurrección.

 Toda una manifestación de fe y penitencia. Doce formas distintas de celebrar un mismo dogma. Una misma forma de vivir la Semana Santa Rayana.