Las malas condiciones en las que se encuentra un inmueble anexo al patio del Colegio Joaquín Ballesteros han obligado a vallar una zona del patio del centro escolar para evitar que los alumnos se aproximen a la casa debido a los desprendimientos que se están registrando en la pared de esta vivienda.

El equipo docente ha enviado una circular a las familias de los niños, que tienen edades comprendidas entre los tres y seis años, para que expliquen a los pequeños la situación y eviten que se acerquen a la zona vallada. En el comunicado remitido por el centro escolar de Moraleja, los profesores insisten en que los padres deben comunicar a los niños "que en periodos de recreo eviten acercarse o ir a recoger cualquier objeto" y recuerdan que están a la espera "de la posible solución".

Una de las paredes de la vivienda, que se encuentra en malas condiciones de conservación y que está a la venta desde hace meses, da al patio del centro escolar y presenta desprendimientos.

Los padres del centro han mostrado ya su inquietud por la situación al tratarse de una casa colindante al patio y demandan que se adopten soluciones a la mayor brevedad para evitar problemas.