Los cerca de doscientos escolares del Colegio Público Cervantes de Moraleja han comenzado este jueves a recibir sus clases en otros dos centros educativos de la localidad, después de que se detectaran problemas en los pilares que sustentan el edificio del Cervantes.

Los alumnos, con edades comprendidas entre los 6 y 12 años, han sido divididos en grupos y trasladados a un centro anexo al Colegio Público Virgen de la Vega y al centro de educación de adultos de La Chopera.

El director del colegio Cervantes, Saturnino Méndez, ha lanzado un mensaje de tranquilidad a estudiantes y padres y ha insistido en que los problemas detectados en la infraestructura del edifico que alberga el colegio es el único motivo que ha obligado a desalojar el centro.

Los estudiantes seguirán recibiendo clases con normalidad, tendrán servicio de comedores gracias a un doble turno que se ha implantado en el Virgen de la Vega y los estudiantes de la Chopera irán en autobús a comer cada jornada.

La situación se prolongará aproximadamente dos meses, de modo que tras la Semana Santa se prevé que los alumnos del Cervantes puedan regresar al colegio. Los trabajos para subsanar los problemas en la infraestructura del centro se desarrollan con normalidad, tal y como informó el director del colegio.

Méndez agradeció la acogida que se ha brindado a los estudiantes y profesores en los otros dos centros escolares y también tuvo palabras de agradecimiento para la Consejería de Educación y el consistorio de Moraleja por la celeridad con la que se han adoptado las medidas.

Los problemas se detectaron después de que comenzaran a ejecutarse trabajos para mejorar el saneamiento de unos aseos del centro, que se levantó hace más de 25 años.