Extremadura perderá en la próxima década 30.860 habitantes, el 2,8 por ciento, y la población se situará en 1.070.443, un dato que contrasta con el crecimiento del 4,1 por ciento -43.508 personas- que se produjo entre 2002 y 2012.

Además, el número acumulado de defunciones en Extremadura superará al de nacimientos en la próxima década y el saldo vegetativo será de -16,7 por ciento por cada mil habitantes, según las proyecciones de población para el periodo 2013-2023 elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, la diferencia entre el número de nacimientos y el de defunciones pasaría en Extremadura de un saldo negativo de -1.127 en 2013 a -2.460 en 2022.

Además, de mantenerse su tendencia actual, la emigración al extranjero haría que la migración exterior contribuyera negativamente al crecimiento demográfico de Extremadura, en concreto sería del -8,8 por ciento.

En cuanto a la migración interior -la que se produce entre comunidades autónomas-, Extremadura presentaría un dato negativo, del -2,9 por ciento, lejos del -18,9 que obtendría la peor parada (Castilla La Mancha) y del saldo positivo (40,6) que lograría Melilla o del 24 de las Islas Baleares.

En España, a partir de 2017 habrá, por primera vez, más muertes que nacimientos y, en los próximos diez años, la población española se reducirá en 2,6 millones de personas, el 5,6 %, lo que situará en 44,1 millones el número de habitantes en 2023.

El descenso de los nacimientos será consecuencia de la reducción del número de mujeres en edad fértil, al encontrarse en esas edades las generaciones menos numerosas que nacieron durante la crisis de natalidad de finales de los 80 y de los años 90.

Así de contundentes son las proyecciones de población para el periodo 2013-2023 elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) según las cuales, si se mantienen las tendencias demográficas actuales, la pérdida de población será común en todas las comunidades autónomas, salvo en Canarias y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

En cuanto a la esperanza de vida, en 2022, se situará en 81,8 años para los hombres y en 87 para las mujeres, es decir 2,5 y 1,9 años por encima de la actual. Para este año, el INE calcula que la población española se reducirá en 242.437 habitantes (un 0,5 %), continuando con la tendencia negativa iniciada en 2012, con lo que el número de habitantes se reduce a 46.704.314 personas.