Extremadura goza de una calidad del aire que se puede clasificar de buena a muy buena en relación a los contaminantes regulados por la normativa europea, estatal y autonómica, excepto en el contaminante ozono en las épocas de mayores niveles de radiación solar y elevadas temperaturas.

A excepción de este contaminante secundario, se puede afirmar que nuestra región es una de las que mejor calidad del aire tiene y, cabe resaltar que los niveles de ozono en Extremadura en ningún caso superan el umbral de información a la población (180 μg/m3) o el umbral de alerta (240 μg/m3).

Además, las superaciones del valor objetivo del ozono troposférico son una situación generalizada, no sólo en Extremadura, sino también en España y en Europa.

El ozono es un gas de color azul y olor picante, formado por tres átomos de oxígeno, de fórmula química O3. Químicamente es un gas muy reactivo, con fuerte carácter oxidante.

En las capas altas de la atmósfera (estratosfera) cumple una función protectora, al filtrar las radiaciones ultravioletas del sol, se ha dado en llamar el Ozono bueno. Pero en la capa baja de la atmósfera (troposfera) el ozono es un contaminante que puede afectar a la salud de las personas, es conocido como ozono troposférico u ozono malo.

El Ozono es un contaminante secundario, se forma como resultado de las reacciones químicas de sus precursores, fundamentalmente óxidos de nitrógeno (NOX) y compuestos orgánicos volátiles (COV). Estas reacciones químicas se activan mediante la energía procedente de la radiación solar. Por ello se producen en verano, cuando hay elevada radiación solar y altas temperaturas.

Al objeto de disminuir las concentraciones de ozono troposférico en la atmósfera y dado que la situación es de ámbito nacional, se ha elaborado un Plan Nacional de Calidad del Aire que incluye medidas encaminadas a la consecución de dicho objetivo, junto con otras dedicadas a otros contaminantes.