Almaraz y la comarca del Campo Arañuelo acogerá desde hoy y hasta el próximo jueves un ejercicio europeo de simulacro de accidente nuclear que, si ocurriera en la realidad, tendría una clasificación de nivel IV en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y en el que participarán más de 5.000 extremeños y un amplio dispositivo de efectivos de España, Francia, Bélgica, Italia y Marruecos. Los escenarios que albergarán hasta el jueves el denominado Ejercicio de Respuesta Internacional Urgente (CURIEX, siglas en inglés) serán, además de Almaraz y los municipios de su entorno, las poblaciones de Cáceres, Trujillo, Plasencia, Mérida y Navalmoral de la Mata.

Con este ejercicio se pretende ensayar todos los procedimientos operativos de respuesta previstos en los planes de emergencia nuclear (PENCA Y PENCRA), así como los de solicitud y recepción de equipos nacionales e internacionales, la coordinación de los distintos niveles de respuesta y la concienciación de la sociedad de cómo debería actuar en el caso de accidente nuclear.

El objetivo es probar en España y en los países de su entorno los distintos mecanismos de prevención y respuesta ante un accidente nuclear. El ejercicio se desarrollará en el entorno de la central nuclear de Almaraz y en los municipios en un radio de 10 kilómetros, donde se simulará una fuga radiactiva a la atmósfera. Este accidente obligará a poner en marcha medidas de confinamiento y evacuación de la población y que alcanzará carácter internacional ya que en el CURIEX participarán de forma coordinada equipos de Francia, Portugal, Bélgica, Italia y Marruecos y asistirán como observadores Argelia, Israel y Rusia, así como representantes de los estados miembro de la Unión Europea.

El simulacro de accidente nuclear supondrá una fuga radiactiva a la atmósfera que afectará a la población local de Almaraz, Belvís de Monroy, Casas de Miravete, Casatejada, Higuera, Mesas de Ibor, Millanes de la Mata, Romangordo, Saucedilla, Serrejón, Toril y Valdecañas de Tajo.

Entre los medios nacionales participan distintos equipos y numerosos efectivos coordinados por la dirección general de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior y por la subdelegación del Gobierno en Cáceres –que dirige el operativo–, 52 miembros del Consejo de Seguridad Nuclear, la Junta de Extremadura, los ayuntamientos de la zona, 208 efectivos de la Policía Nacional, 346 miembros de la Guardia Civil, efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, el Ejército de Tierra, el Ejército del Aire, Cruz Roja, 112, Bomberos de Navalmoral de la Mata, CIEMAT, ENRESA, Tecnatom, PROINSA, la Universidad de Extremadura, el Insituto de Salud Carlos III.

En cuanto a la participación internacional, acudirán a Cáceres más de 120 operativos de Francia, Portugal, Bélgica, Italia y Marruecos, que desplazarán hasta 32 de vehículos de intervención, como laboratorios móviles de espectrometría ambiental, con capacidad de muestreo de sólidos y líquidos; unidades móviles de caracterización radiológica ambiental de superficies contaminadas; unidades móviles para el análisis de la contaminación interna de personas en tiroides y tórax; líneas móviles de descontaminación de personas y expertos en control de calidad y gestión del agua.

Los medios y recursos extraordinarios actuarán coordinados por un equipo europeo de Protección Civil. Además, participarán observadores de los países del Mecanismo Europeo de Protección Civil.

De este modo, la fase de ejecución del CURIEX tendrá una duración de tres días. En el primero, se desarrollará la fase de amenaza, en la que intervendrán los medios propios del PENCA y en el que comenzarán a llegar algunos medios de apoyo nacionales e internacionales. Además, se emitirá la alerta, se procederá al confinamiento de la población, que deberá cerrar puertas y ventanas, y al reparto de profilaxis.

El segundo día, se celebrará la fase de vertido y todas las actuaciones contarán con la participación nacional e internacional. Se evacuará a la población antes de que llegue a estar afectada por la radiación, aunque se hará previamente la fase de reclasificación y, en su caso de descontaminación y se acometerá la caracterización radiológica de la zona.

El tercer día –fase en la que en la realidad habrían pasado varios meses–, se realizará el estudio y la recuperación de la normalidad en la zona y se tomarán decisiones sobre agua y cadena alimentaria y se abordará con Portugal una posible contaminación del río Tajo.