El Centro de Recuperación de la Fauna y Educación Ambiental "Los Hornos", ubicado en Sierra de Fuentes, ha entregado tres buitres negros a la Ligue pour la Protection des Oiseaux (LPO) y la Vulture Conservation Foundation, organizaciones que los reintroducirán en los Alpes franceses.

Estos tres buitres negros han sido donados por el Gobierno de Extremadura, puesto que la región extremeña y la andaluza, que ha donado otros tres ejemplares a estas organizaciones, son las que poseen la mayor población de esta clase de rapaces de Europa.

La veterinaria del centro Susana Sánchez ha explicado que los buitres se encontraron en El Toril, Miajadas y Membrío, y que llegaron al centro con desnutrición porque no encontraban carroña en el campo, algo habitual en los pollitos, e incluso uno de ellos llegó en muy mal estado ya que tenía raquitismo.

Tras pasar unos meses en el centro, ya se han recuperado y están muy bien para ser liberados en Francia como parte del programa de reintroducción de esta especie en el país vecino. Sánchez ha señalado que es importante que sean pollos porque de esa manera se fijan en el sitio donde van a ser liberados, ya que los adultos normalmente suelen desplazarse.

Un representante de la Fundación para la Conservación de los Buitres, Jovan Andevski, ha recogido los ejemplares y, junto a los otros tres procedentes de Andalucía, viajarán por carretera hasta Francia donde se hará entrega a la Liga.

La LPO y la Fundación para la Conservación de los Buitres han organizado, además, un acto de bienvenida en Baronnies (Francia) para estos ejemplares y luego los repartirán entre los dos puntos de liberación, Verdon y Baronnies.

Permanecerán dos o tres meses en jaulones en la montaña para su aclimatación, y después "se abren las puertas de las jaulas y los buitres salen poco a poco, pero se pretende que tengan un contacto mínimo con los humanos". El proyecto, ha señalado, tiene también una parte de investigación que es el seguimiento, y todos llevan anillas de plástico y también se blanquean algunas plumas de las alas.

El seguimiento es tan bueno, ha añadido, que el equipo reconoce a todos por sus nombres ya que antes de liberarse se le asigna uno además de un numero, y mirando con los prismáticos ya saben de que animal se trata. El proyecto se inició en los 90 en un solo punto y en 2004 comenzó un segundo programa de reintroducción en Francia, en las áreas montañosas de Baronnies y Verdon, donde hasta la fecha se han liberado unos 50 buitres negros. Gracias a estos proyectos, el país galo cuenta ya con 28 parejas reproductoras.