Los restos arqueológicos conservados en la Casa del Anfiteatro Romano de Mérida no han sufrido daño alguno como consecuencia del derrumbe parcial que se produjo, el pasado sábado, en la cubierta de protección, debido a las lluvias torrenciales. Así lo ha indicado hoy la directora general de Patrimonio Cultural, Pilar Merino, en la reunión de la Comisión Ejecutiva del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida.

Durante el encuentro, Merino ha dado todo tipo de detalles sobre el contenido de los informe periciales previos realizados por técnicos de la Dirección General de Patrimonio Cultural, del Consorcio emeritense y de las empresas constructoras, ya que los trabajos de colocación de la cubierta no están aún terminados y, por tanto, esta obra no ha sido todavía recepcionada por la Consejería de Educación y Cultura.

Según estos informes técnicos, la cubierta está formada por una estructura metálica, en aluminio y acero, a la que recubre una capa de poliéster textil. A consecuencia de las fuertes lluvias caídas en Mérida durante el pasado sábado, 37 litros por metro cuadrado en 24 horas, se produjo un embolsamiento de agua de lluvia en la superficie de la cubierta textil y el sobrepeso consiguiente provocó el colapso parcial de la estructura.

La cubierta, de grandes dimensiones, tiene más de 3.700 metros, ya que abarca también zonas de la Casa del Anfiteatro que aún no están excavadas, pero de las que se sabe, por catas arqueológicas, que esconden restos muy interesantes, como las termas de la vivienda romana. Unos restos que también deben estar protegidos cuando se saquen a la luz.

El desplome, conforme a los informes periciales, no ha generado daños en los restos arqueológicos porque el colapso se ha producido sobre una zona que aún está por excavar y que se encuentra ya completamente estabilizada, con lo que desde la Comisión Ejecutiva del Consorcio de Mérida se ha llamado a la tranquilidad.

Además, la directora general de Patrimonio Cultural ha indicado en la comisión que se permanece a la espera del informe en profundidad que se le ha pedido al arquitecto que redactó en su día el proyecto, Fernando Visedo, para conocer las causas del desplome, las posibles soluciones y cómo podría verse afectada la terminación de la obra.

Se trata de unos trabajos que fueron adjudicados en 2010, conforme a un proyecto autorizado en 2009 y que están financiados con cargo al 1% cultural del Ministerio de Fomento.

Por otra parte, en la Comisión Ejecutiva de hoy se ha dado el visto bueno para que puedan desarrollarse los trabajos necesarios, encaminados a preparar tres amplias zonas de aparcamiento, en superficie, en las inmediaciones del complejo conocido como III Milenio. En primer lugar, se realizarán los pertinentes sondeos arqueológicos y, según los resultados, se procederá a excavar o a acometer el seguimiento de las obras.