El Gobierno de Extremadura insta a las autoridades portuguesas y a las agencias regionales lusas con competencias en materia de energía a colaborar en materia de bioenergía, activando todos los mecanismos posibles de cooperación transfronteriza.

 El objetivo es "alcanzar alianzas estratégicas en este campo que nos permitan crear sinergias y obtener un efecto multiplicador y una mayor eficacia en la aplicación de los nuevos fondos europeos 2014-2020 para el desarrollo de nuestros planes de biomasa y bioenergía a uno y otro lado de La Raya".

Así lo ha puesto de manifiesto el directo general de Incentivos Agroindustriales y Energía del Gobierno extremeño, Juan José Cardesa, durante la celebración de la Feria de Bioenergía celebrada en la localidad portuguesa de Portalegre. El director general ha señalado que la bioenergía está claramente llamada a jugar un papel muy importante en los próximos años; de ahí el ofrecimiento realizado a las autoridades lusas para colaborar dentro de las estrategias RIS3 o estrategias de especialización inteligente que exige la Comisión Europea a las regiones para acceder a estos nuevos fondos 2014-2020.

"La oportunidad existe ahora y debemos aprovecharla", ha insistido Cardesa, que ha recordado que Extremadura dispone de casi 7 millones de toneladas/año de materia prima de biomasa, lo que la convierten en la quinta región del país con mayor potencial de biomasa disponible, sólo por detrás de Comunidades Autónomas como Castilla y León, Andalucía, Galicia y Castilla-La Mancha.

En este sentido, ha explicado que tecnologías de base solar, como la fotovoltaica o la termoeléctrica han tenido un desarrollo significativo, actualmente con más de 540 MW y 700 MW en servicio respectivamente, valores muy por encima de los 16 MW de biomasa eléctrica actualmente operando en Extremadura (planta de ACCIONA ENERGÍA en Miajadas) y los 20 MW de biomasa eléctrica en construcción (planta de ENCE en Mérida).

Así, considera que la mayor implantación de estas otras tecnologías renovables, como son la eólica, la fotovoltaica o la termosolar, tanto en España como en Extremadura, ha atendido a dos razones fundamentales: la primera, un marco incentivador más favorable y más atractivo para la iniciativa privada, o dicho en otras palabras, una mayor prima; y la segunda, la complejidad y los costes propios en la gestión del recurso, en el aseguramiento de la biomasa como combustible para las plantas de biomasa eléctrica, que no existen para la generación eólica ni para la generación de base solar, cuestión importante por la dificultad añadida que ha supuesto esta circunstancia para hacer financiables los proyectos de generación eléctrica a partir de biomasa.

Además, ha recalcado las ventajas que supone la biomasa respecto a otras fuentes de energía, recordando que por cada empleo que conlleva la termosolar, la biomasa, para la misma unidad de producción, genera dos empleos, 18 si se compara con la fotovoltaica y 39 para el caso de la energía cólica. Esto demuestra, según Cardesa, que la biomasa contribuye de esta manera al objetivo de fijación de la población y a la vertebración territorial, con una generación también importante de ingresos para las arcas municipales. Al desarrollo rural en definitiva.

Sin embargo, el directo general de Incentivos Agroindustriales y Energía ha lamentado en este foro los cambios regulatorios introducidos por el Gobierno español en apenas un año, "que han llevado al sector de las renovables en régimen especial a una situación de paralización de los proyectos en curso y a una situación muy crítica de las instalaciones en servicio, de las inversiones realizadas en un marco supuestamente legal y estable". Y todo ello con una acumulación de medidas aprobadas que no favorecen la implantación de proyectos y que "suponen a todos los efectos un recorte inasumible e injustificado de sus ingresos regulados", ha manifestado.

El Gobierno de Extremadura, ha reiterado, considera que el sistema eléctrico español precisa de una reforma integral, "pero ésta no se puede hacer de manera unilateral por el Ministerio, sin diálogo, sin transparencia, sin consenso con las partes afectadas".

Asimismo, ha remarcado que el Ejecutivo regional cree que esa reforma del sector eléctrico no se debe centrar únicamente en la resolución del déficit de tarifa, sino que "debe ir más allá, definiendo un definitivo modelo energético para España, definiendo una verdadera planificación energética, estableciendo la prioridad en un suministro seguro de energías limpias al menor coste con el objetivo de alcanzar nuestra autosuficiencia energética como país".

La resolución del déficit de tarifa debe buscar, en opinión de Cardesa, una adecuada retribución de los distintas actividades del sistema eléctrico español acorde a las condiciones económicas que en cada momento tenga el país, "pero sin que ello suponga contravenir la seguridad jurídica de las inversiones realizadas, sean renovables o convencionales, su rentabilidad razonable y la capacidad de devolución de la deuda".

En todo caso, se muestra convencido de que "cuando se serenen los ánimos del mercado eléctrico español, en España y en Extremadura crecerá la biomasa eléctrica y se pondrán en marcha los proyectos que hoy por hoy permanecen en stand-by".