El consejero de Salud y Política Social, Luis Alfonso Hernández Carrón, ha anunciado que la lista de espera del servicio de atención temprana, cuyos usuarios son niños de 0 a 6 años a los que se les detecta algún tipo de discapacidad o riesgo de presentar una deficiencia motriz, sensorial o cognitiva, se reducirá "a cero".

Hernández Carrón ha hecho este anuncio en Badajoz, donde ha inaugurado el II Encuentro Transfronterizo de Atención Temprana, que ha reunido a técnicos de los territorios que componen la eurorregión EUROACE y que ha contado con la asistencia del director del Instituto de la Seguridad Social de Portalegre, Joao Laranjo; la directora gerente del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD), Cristina Herrera; y la directora general de Personal Docente, María de los Ángeles Rivero.

En su intervención, el consejero ha explicado que el Gobierno extremeño financió un total de 823 plazas de atención temprana en 2012, ya fuera a través de la orden de subvenciones o con cargo al Marco de Atención a la Discapacidad de Extremadura (MADEX), un cifra que este año se elevará hasta las 903 gracias al esfuerzo presupuestario que ha realizado la Administración, con una partida cercana a los tres millones de euros, para reducir la lista de espera "a cero".

Tras destacar las iniciativas de cooperación transfronteriza que en materia social se desarrollan en el marco de EUROACE, Hernández Carrón ha subrayado que la atención temprana es una de las "piedras angulares" de la política sociosanitaria del Gobierno, en la que su departamento está trabajando "a conciencia" en favor de los extremeños.

Según ha explicado, la atención temprana es una actuación en origen que pretende ayudar a un desarrollo que tendrá sus consecuencias a lo largo de toda la vida de los beneficiarios de este servicio y de sus familias, a través de una actividad asistencial coordinada desde los diferentes sectores que desarrollan programas de actuación en esta línea.

SALUD, EDUCACIÓN Y ASISTENCIA SOCIAL

Concebido de forma interdisciplinar, ha indicado, este servicio se define como un proceso integral que atiende a la globalidad de las necesidades de los menores y sus familias desde los ámbitos de la salud, la educación y la asistencia social.

"Los objetivos no se definen sólo como rehabilitadores o asistenciales, sino también preventivos y orientadores, con la finalidad última de conseguir un desarrollo armónico del menor con el máximo de autonomía posible, que facilite su integración en el entorno", ha manifestado.

Por ello, ha señalado el consejero, en un nivel de prevención primaria se pretende evitar las condiciones que puedan llevar a la aparición de deficiencias o trastornos en el desarrollo infantil, actuando desde el ámbito sanitario con programas de planificación familiar, de orientación a mujeres embarazadas, de salud materno-infantil, de detección del metabolismo y vacunaciones, o programas de atención al niño sano con riesgo neurológico, entre otros.

En el ámbito social, ha añadido, se llevan a cabo programas de atención a familias destinados a la prevención de situaciones de riesgo social y maltrato y, en el educativo, programas de apoyo al niño y a las familias en las guarderías y centros de educación infantil.

A estas líneas se actuación se suma la denominada prevención secundaria, que tiende a identificar y detectar de la forma más precoz posible las necesidades del niño y sus familias para el establecimiento de las medidas terapéuticas necesarias, y la terciaria, en la que se engloban todas aquellas actividades dirigidas hacia el niño y su entorno con el objetivo de mejorar las condiciones de su desarrollo.

CENTROS DE ATENCIÓN A LA DISCAPACIDAD

En todo este proceso, la región cuenta con una "amplia red de servicios sanitarios, educativos y sociales" que se prestan desde entidades tanto públicas como privadas.

De este modo, en los Centros de Atención a la Discapacidad de Extremadura (CADEX) se gestionan las peticiones derivadas desde sanidad, educación, o el propio ámbito familiar, valorando las necesidades que presentan los niños en el plazo máximo de un mes y definiendo la propuesta de tratamiento más adecuada para el menor y su entorno.