El Consejo de Gobierno ha aprobado un decreto por el que se concede al municipio cacereño de Valdefuentes el título honorífico de "Capital Regional del Esgrafiado". El fundamento para este reconocimiento se basa en documentos y estudios de arquitectura popular que atestiguan que Valdefuentes puede considerarse el principal foco de de utilización tradicionalmente histórica del esgrafiado.

Se trata de una técnica de decoración de exteriores que como seña de identidad califica por sí solo al municipio y que embellece por doquier las fachadas y patios de las casas e incluso el claustro del Convento de San Agustín, con zócalo esgrafiado en negro sobre paredes blancas de particular belleza.

Sus decoraciones bicolores y las distintas tonalidades de los revocos al utilizar solamente dos capas superpuestas (la externa para el dibujo ornamental) determinan la singularidad de todos los tapices que decoran las fachadas de sus casas.

La razón de este desarrollo en la zona de Valdefuentes se debe a la excelente calidad de las cales cacereñas, a la destreza a la hora de preparar los magníficos morteros y al contraste conseguido al mezclar la cal con la arena oscura.

Los esgrafiados encontrados en este municipio heredan sus formas de los musulmanes asentados en la penillanura trujillano-cacereña, aunque su origen puede, quizá, ser cristiano.

Sin embargo, el concepto es eminentemente mudéjar al repetir constantemente, con algunas variantes, los motivos geométricos y al utilizar materiales blandos