La hipertensión arterial ha sido el tema elegido este año por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la conmemoración del Día Mundial de la Salud, una efeméride que se celebra cada año el 7 de abril para recordar el aniversario de la creación de la OMS, en 1948.

Uno de cada tres adultos padece esta enfermedad crónica, también conocida como tensión arterial alta, que causa unos 9 millones de fallecimientos al año en todo el mundo y cuya incidencia aumenta con la edad, de modo que llega a afectar prácticamente a 5 de cada 10 personas en el tramo de edad entre 50 y 60 años.

La hipertensión, que se diagnostica cuando las cifras de presión arterial son superiores a 140/90, aumenta el riesgo de infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal, y puede causar también otros problemas de salud graves como ceguera, hemorragias y disfunción cerebral.

Es una enfermedad que se puede prevenir y tratar, pero no siempre produce síntomas y muchas personas con hipertensión no están diagnosticadas, y se ven así privadas de un tratamiento que podría reducir significativamente su riesgo de defunción y discapacidad por cardiopatía o accidente cerebrovascular.

El control de la hipertensión, junto al de otros factores de riesgo, es la principal forma de prevenir los ataques cardiacos y cerebrales, y la posibilidad de padecer hipertensión puede reducirse notablemente consumiendo menos sal y una dieta equilibrada, evitando el consumo nocivo de alcohol y tabaco y haciendo ejercicio regularmente.

EN EXTREMADURA

En Extremadura esta enfermedad afecta al 35,8% de la población entre los 25 y los 79 años, y se da con mayor frecuencia en varones (39,%) que en mujeres (33%), según el estudio epidemiológico HERMEX, realizado en el Área de Salud Don Benito-Villanueva por el grupo de investigación Grimex, dirigido por el cardiólogo Daniel Fernández Bergés.

En el lado opuesto, el 42% de la población extremeña adulta tiene valores de presión arterial deseables (inferiores a 120/80), y en este grupo se encuadra prácticamente el doble de mujeres (53'9%) que de varones (27'9%).

Las conclusiones del mismo estudio indican que una de cada cuatro personas que padecen hipertensión en nuestra comunidad no está diagnosticada, lo que supone el 9,6% de la población adulta, y una de cada tres personas a las que ya se ha diagnosticado la enfermedad no es tratada con fármacos para combatirla.

Los autores de HERMEX también señalan que la mitad de las personas con hipertensión tratadas con fármacos antihipertensivos en la región no ha conseguido controlar su tensión arterial, y se estima que un porcentaje muy elevado de hipertensos presentan al menos otro factor de riesgo cardiovascular, lo que puede aumentar mucho el riesgo de sufrir una enfermedad de este tipo.