Apag Extremadura Asaja quiere trasladar la preocupación de los agricultores y ganaderos de la provincia de Badajoz por los tremendos daños que se vienen produciendo en las últimas fechas por las constantes lluvias y los continuos desbordamientos de los cauces del río Guadiana, que están afectando a miles de explotaciones agrarias y en particular a multitud de cultivos.

Por eso, esta organización agraria considera necesario que las administraciones implicadas (Gobierno de Extremadura, Ayuntamientos, Confederación Hidrográfica del Guadiana, Diputación de Badajoz y la propia Delegación del Gobierno) evalúen de forma rápida los daños que se vienen produciendo de forma continua desde hace ya varias semanas, y en especial en los últimos días.

Sólo así se podrá verificar si los tres millones de euros que va a destinar el Gobierno de Extremadura, según ha confirmado su vicepresidenta Cristina Teniente, son suficientes para paliar el enorme daño que se está produciendo en los campos.

En cualquier caso, ponemos en valor que se haya actuado con celeridad por parte del ejecutivo regional y ya se haya programado esta primera partida de forma urgente para cubrir las primeras necesidades, aunque esperamos que buena parte del destino de estos fondos se destinen a los daños ocasionados en las producciones agrarias, principalmente en los cultivos herbáceos.

Sin embargo, Manuel Laparra, presidente de Apag Extremadura Asaja, ha pedido a los responsables de Confederación Hidrográfica del Guadiana que ofrezcan una explicación razonable y técnica sobre la decisión de comenzar a desembalsar las aguas de los embalses cuando éstos estaban ya casi al límite de su capacidad, lo que unido a las copiosas lluvias, ha provocado el desbordamiento incontrolables de los cauces del río provocando inundaciones que están suponiendo unos perjuicios irreparables.

Por otra parte, el presidente de Apag Extremadura Asaja, Manuel Laparra, mantiene un permanente contacto con los responsables de la Consejería de Agricultura para trasladar de forma directa los graves problemas que padecen los agricultores y ganaderos pacenses.

En muchos casos las cosechas se han perdido de forma completa y en otros ni siquiera, por las condiciones del terreno, se ha podido ni siquiera comenzar las labores de preparatorias para la implantación de los cultivos de primavera, siendo la situación especialmente agónica en la comarca de la Campiña Sur, en especial con productos como el cereal y en riesgo las siembras de garbanzos, guisantes y girasol.

La situación es extrema en las zonas de regadíos, donde el desembalse de los pantanos ha provocado alarmantes inundaciones en multitud de explotaciones.

Además, la situación ya está afectando a los beneficiados por las lluvias, como los propietarios de ganadería extensiva, cuyos animales se resienten sobre todo de cojeras por la mala situación del terreno.