Gestionar racional y ordenadamente los recursos naturales, disponer de una política forestal sostenible, mantener los mismos criterios de gestión y conservación con las comunidades o países vecinos, evitar el pastoreo intensivo y las cortas de arbolado indiscriminado y actuar para recuperar las áreas degradadas.

Estas son las principales líneas de actuación de lucha contra la desertificación apuntadas por el director general de Medio Ambiente, Enrique Julián Fuentes, en el II Seminario Ibérico de Lucha Contra la Desertificación, celebrado en la localidad lusa de Castelo Branco. Algunas de ellas, ha resaltado, ya están puestas en práctica en Extremadura

En este foro, el director general ha destacado que la desertificación afecta directamente a 250 millones de personas, y que tiene como causas principales el pastoreo intensivo, la pérdida de masa forestal y la erosión. Además, ha dicho, la sequía, el abuso de los recursos hídricos y los incendios forestales son los factores más importantes que la impulsan.

Todo ello, ha señalado, provoca cambios en la biodiversidad, la reducción de biomasa, la pérdida de suelo y la perturbación del ciclo hidrológico.

MEDIDAS EN EXTREMADURA

Ante esta situación, Enrique Julián Fuentes, ha incidido en algunas medidas puestas en marcha por el Gobierno de Extremadura, sobre todo en materia de prevención de incendios. Entre ellas, destacan la mayor inversión en prevención (este año el Ejecutivo regional destina casi 20 millones de euros, frente a los 10 de años precedentes), la continuación de los trabajos en montes y bosques, y el aprovechamiento de la ganadería para eliminar combustible.

En este sentido, ha recordado que la Administración regional aboga por el pastoreo y las quemas controladas como medidas fundamentales para prevenir incendios forestales, así como tratar esta problemática desde la escuela.

Estas aportaciones, ha indicado, ayudarán a frenar la desertificación. Los objetivos fundamentales que deben perseguir las líneas de actuación en esta materia, deben ser, a su juicio, aumentar la superficie de terrenos agrícolas y forestales, restaurar terrenos degradados, hacer un buen uso de los recursos hídricos y prevenir incendios forestales; aspectos en los que trabaja ya el Gobierno extremeño.