La Diputación de Cáceres está preparada para asumir los cambios que se contemplan en el anteproyecto de Ley para la reforma de la Administración Local. Así lo manifestó en Radio Interior el presidente de la institución, Laureano León, quien aseguró que desde hace tiempo la Diputación se está preparando para afrontar nuevos tiempos, evitar duplicidades y asumir nuevas competencias.

Los cambios permitirán ahorros mediante la generación de economías de escala. León manifestó que esta ley no persigue que las mancomunidades «desaparezcan» sino que «todos cumplan con sus obligaciones y que los servicios de las mancomunidades que no son eficaces pasen a ser prestados por las diputaciones.

La ley explica que las mancomunidades y las entidades locales menores se someterán a un proceso de evaluación similar al de los ayuntamientos. Si no lo superan, serán disueltas.  La ley fijará un coste estándar para cada servicio público, de modo que si un municipio de menos de 20.000 habitantes gastara por encima de ese estandar la prestación de un servicio deberá ceder la gestión del mismo a las diputaciones provinciales,  que se convertirán en grandes prestadores de servicios

Los servicios de las mancomunidades pasarán a depender de las diputaciones. Con esta medida se dará un paso adelante en la clarificación de las competencias impropias, sanidad y educación principalmente, que son autonómicas y no locales. Laureano León negó que la ley  persiga privatización alguna o pretenda mermar la legitimidad democrática, como indica el PSOE. Se mostró sorprendido de que estos sean los únicos "peros" que puedan alegar  los socialistas al anteproyecto de Ley para la Reforma de la Administración Local.

La citada reforma dejará sin sueldo a más de un 80% de los concejales de España y la ley establecerá un sistema de coeficiente reductores que acompasará el sueldo del alcalde al tamaño de su municipio, de modo que será un 10% menor para las ciudades de entre 300.000 y 500.000 habitantes, un 20% inferior si la ciudad tiene entre 150.000 y 300.000, hasta dejar sin sueldo alguno a los primeros ediles de los pueblos con menos de 1.000 habitantes.

En este sentido, el presidente de la Diputación de Cáceres se preguntó si es necesario que un alcalde de una población con menos de 1.000 habitantes tenga dedicación exclusiva.