CCOO de Extremadura desarrolla una campaña desde hace un año con el fin de visibilizar y prevenir el cáncer de origen laboral. Con este fin puso en marcha la campaña "Cáncer cero en el trabajo" que promueve entre empresarios, servicios de prevención, mutuas y autoridades laborales y sanitarias la mejora en la notificación y registro de los  casos de cáncer provocados por una causa relacionada con el trabajo.

Para CCOO, sólo de esta manera se puedan acabar adoptando medidas eficaces que eliminen, sustituyan y controlan los agentes cancerígenos que todavía existen en muchos entornos laborales.

En Extremadura, de los 102 partes cerrados de enfermedades profesionales con baja en la región, ninguno pertenece al grupo de enfermedades profesionales causadas por agentes carcinogénicos. Esto, que podría parecer una buena noticia, supone todo lo contrario; lo que indica es que no se detectan ni diagnostican correctamente este tipo de enfermedades profesionales en la región.

"Lo que no se registra, no se previene", afirma la secretaria de Salud Laboral de CCOO Extremadura, Concha Gómez, "y esta falta de prevención ha convertido a las Enfermedades Profesionales, en general, y dentro de ellas al cáncer ocupacional, en uno de los principales factores de deterioro de la salud de los trabajadores y trabajadoras".

A su juicio, esta inexistencia de un registro real de los cáncer de origen laboral se debe "a un ineficaz sistema de notificación que exige a todas luces ser mejorado y, sobre todo, a la práctica habitual de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de notificar como contingencias comunes los casos de origen laboral con el propósito de derivar a los Sistemas Públicos de Salud los gastos que ellas deberían asumir en su condición de entidades colaboradoras de la Seguridad Social".

Según los datos del Observatorio de Enfermedades Profesionales (CEPROSS) del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, durante el año 2012 en toda España se han cerrado tan sólo 14 partes de Enfermedad Profesional atribuibles a agentes cancerígenos, 9 de ellos por exposición a amianto.

Esto pone en evidencia que se está produciendo un creciente subregistro de enfermedades profesionales, que en el caso del cáncer adquiere proporciones de escándalo: se ha pasado de 36 casos en 2008 a unos ridículos 14 en el último ejercicio, lo que significa una reducción de 61 por ciento en los últimos 5 años.

Hay que tener en cuenta que en España se diagnostican todos los años unos 200.000 casos de cáncer, de los que de un 5 a un 10 por ciento tienen origen laboral según estimaciones científicas, y que según el Sistema de Información de Exposición Ocupacional a Cancerígenos (Carex 2004) un 25 por ciento de la población trabajadora se ha visto expuesta a agentes cancerígenos en los últimos años, cifra que se ha visto reducida al 19 por ciento tras la aprobación de la Ley del Tabaco.