El delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, ha anunciado esta mañana que efectivos de la Guardia Civil, pertenecientes a la Unidad Orgánica de Policía Judicial y de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Cáceres, así como personal de la 6ª Compañía de Valencia de Alcántara han llevado a cabo la detención de una banda, compuesta por cuatro personas (dos varones y dos mujeres), uno de ellos menor de edad, como supuestos autores de más de 40 robos con fuerza en las cosas, cometidos por toda la geografía de la provincia cacereña y algunas localidades de la provincia de Badajoz.

Según ha explicado López Iglesias, la Guardia Civil inició las investigaciones a principios del año 2012,  a raíz de la oleada de robos que se estaban produciendo en los municipios de Miajadas, Ibahernando, Madrigalejo y las localidades pacenses de Don Benito y Villanueva de la Serena, siendo el modus operandi el mismo: violentaban las edificaciones objetos del robo mediante el empleo de la fuerza y escalo, haciéndolo a plena luz de día y aprovechando ausencias puntuales de sus moradores, sustrayendo principalmente joyas, dinero, electrodomésticos caseros y equipos informáticos, teniendo los efectos sustraídos una fácil salida al mercado ilícito.

"Ya en agosto de 2012 se procedió por parte de efectivos de la Unidad Orgánica de Policía judicial de Cáceres a la detención de doce personas, entre ellas cinco por receptación de los efectos sustraídos", ha detallado el delegado del Gobierno.

La mayoría de las detenciones se efectuaron en la localidad de Miajadas. Con este golpe policial la banda cesó temporalmente su actividad delictiva quedando el cabecilla y parte de sus componentes en paradero desconocido.

Las investigaciones policiales centran de nuevo la operatividad de la banda, la cual  amplío su radio de acción durante el año 2013 a los municipios de Coria y Valencia de Alcántara, donde perpetró alrededor de una quincena de robos durante el primer mes del año.

El pasado día 31 de enero actual, la Guardia Civil procedió a la fase de explotación de la "Operación Charnela", operación de gran complejidad debido a la violencia y agresividad de sus integrantes, quienes estratégicamente habían establecido la base de sus operaciones en un domicilio del municipio de "La Fontañera", ya que esta pedanía de la raya hispano-portuguesa cuenta con la singularidad de pertenecer en parte al país de Portugal.

Citado día, agentes de la Guardia Civil de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Cáceres en unión de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) y de la 6ª Compañía de Valencia de Alcántara, iniciaron un dispositivo de cierre de zona, estableciendo controles preventivos en las inmediaciones de la localidad de Valencia de Alcántara.

Las alarmas saltaron, según López Iglesias, cuando en la carretera que une las localidades de Valencia de Alcántara y La Fontañera, un vehículo eludía uno de los dispositivos policiales, poniendo en peligro la integridad física de los miembros de la USECIC y la suya propia, ya que en la maniobra temeraria de evadir el control, condujo cincuenta metros por un terraplén, con riesgo de vuelco, hasta que el vehículo se detuvo por la acción del dintel de un puente existente en ese punto.

Este momento fue aprovechado por los agentes, que evitaron que el conductor y acompañante pudiera eludir la acción policial, procediendo a la detención de los mismos, comprobando que se trataba del cabecilla de la banda y su compañera sentimental.

"El cabecilla es un varón de nacionalidad española, con un amplio historial delictivo, al cual le constaban seis requisitorias en vigor de varios Juzgados de las dos provincias extremeñas, considerado a su vez, un individuo extremadamente peligroso y de gran frialdad, constándole antecedentes por agresión a agentes de la Autoridad y múltiples robos", ha manifestado el delegado del Gobierno.

Tras su detención, la Guardia Civil procedió al registro de su domicilio, situado en la localidad de la Fontañera (Cáceres), lugar abandonado unos días antes por los otros dos componentes de la banda.

Tras realizarse el registro a la vivienda, fueron hallados y recuperados numerosos objetos procedentes de los últimos robos cometidos por la banda, entre los que se encontraban joyas, electrodomésticos, herramientas y 678 gramos de marihuana.

Continuando con las investigaciones, la Guardia Civil procede el día 4 de febrero de 2013, a la detención de otras dos personas, un menor y una mujer, como integrantes de la misma banda y como supuestos autores de varios de los robos con fuerza en viviendas habitadas, esclareciendo hasta el momento, una cuarentena de robos, la mayoría en la provincia de Cáceres, realizados durante el año 2012 y el primer mes de 2013.

Tras ser puestos a disposición de la Autoridad Judicial, ésta ha decretado prisión sin fianza para dos de los detenidos, así como la obligatoriedad de localización permanente de los otros dos.

La naturaleza de los hechos delictivos, habían generado una gran alarma social en las poblaciones afectadas, llevando la inseguridad al domicilio de los ciudadanos, ya que se aprovechaba una pequeña ausencia de estos para la comisión del hecho delictivo. Los autores se valían de efectuar previamente llamadas a las puertas de los domicilios, haciéndose pasar por repartidores de publicidad, con la intención de verificar la ausencia de los residentes.

López Iglesias ha aclarado que la Guardia Civil aún no ha cerrado la operación, dado que el principal detenido cambiaba a los integrantes del grupo con cierta periodicidad, dificultando las investigaciones de los agentes, no descartándose nuevas detenciones. Igualmente se continúan investigando otros robos que pudiera haber cometido la banda.