Los operadores de la central nuclear de Almaraz I han procedido este martes a la parada manual de la central al detectarse problemas por tercera vez en el alternador. El proceso de detención ha empezado a las 8:10 horas cuando la central estaba en pleno arranque al 80 % de la potencia, y llevará varias horas. La parada se produce al detectarse el mal funcionamiento de una pieza del alternador conocida como excitatriz.

Según informa en un comunicado Ecologistas en Acción, se trata del tercer fallo de la central en nueve días que se produce durante el proceso de puesta en marcha tras la recarga de combustible. Tras el primer fallo el día 14 de enero, los operadores de la central realizaron una reparación rápida sin las debidas garantías, lo que condujo a una nueva para da el día 16 de enero.

Finalmente hoy la central sufre la tercera parada por el mismo problema. Para Ecologistas en Acción esta secuencia de paradas demuestra la prisa del operador de la central por engancharla a la red eléctrica para seguir produciendo electricidad y beneficios sin que se dieran las debidas garantías de seguridad.

Si bien el alternador no es una pieza nuclear pues es similar en todas las grandes centrales de generación de electricidad, es claro que la seguridad global de la planta estaría comprometida si el mal funcionamiento del alternador derivara en un incendio o en una falta de alimentación de los sistemas de emergencia. Nos enfrentamos así otra vez al dilema entre seguridad y beneficio económico que se suele resolver por parte de los operadores de las centrales en contra de la seguridad.

Se da la circunstancia de que, tras la parada de Garoña (Burgos), Almaraz I es la planta más antigua en funcionamiento del parque nuclear español, puesto que empezó a funcionar en 1981, por lo que debería ser la siguiente en cerrarse. Sus propietarios (Iberdrola 53 %, Endesa 36 % y Gas Natural Fenosa 11 %) la usaron también para presionar al Gobierno para que no introdujera los nuevos impuestos sobre la energía nuclear.

Ecologistas en Acción quiere denunciar las malas prácticas que se siguen produciendo en las centrales nucleares españolas que, como en este caso, llevan a la planta a intentar arrancar aunque las condiciones de seguridad no estén garantizadas.