Los viticultores asociados a APAG EXTREMADURA ASAJA han mostrado su rotundo rechazo a las propuestas de la Comisión Europea (CE) de liberalizar el sistema de derechos de plantación de viñedos.

El ejecutivo comunitario acordó en su día un nuevo mecanismo de regulación de derechos gestionados a través de entidades ajenas a la Administración Pública, que rompería con el sistema vigente que ha demostrado su eficacia y que ha conllevado, en líneas generales, al sostenimiento de las zonas vitícolas extremeñas..

Este sistema ha permitido conformar un modelo productivo puntero en todo el mundo y su desmantelamiento pondría en serio peligro la viabilidad de una gran mayoría de las explotaciones vitivinícolas extremeños, además de conllevar unas consecuencias dramáticas para el equilibrio entre oferta y demanda del vino y los precios de la uva.

Según el reglamento europeo que regula la OCM del vino, los actuales derechos de plantación expiran el próximo 31 de diciembre de 2015 y a partir del 1 de enero del 2016 en principio se tiene previsto la liberalización de los mismos. De todas formas, existe en esa misma normativa la posibilidad de prolongar por parte de los estados miembros la situación actual hasta finales del 2018. Y es precisamente ahora, a finales de este año 2012, cuando el Grupo de Alto Nivel de la Comisión Europea- creado para estudiar el impacto de la liberalización de las plantaciones del viñedo – tiene previsto emitir un dictamen favorable o no sobre este asunto. Este informe, aunque no es vinculante, sí puede ser decisivo para la toma de decisión definitiva de la CE.

De ahí que consideramos imprescindible que el Gobierno de Extremadura, que ya ha realizado gestiones en Bruselas, y el Ministerio de Agricultura pongan todo su empeño para defender el actual modelo porque da la impresión de que se está dejando pasar el tiempo y no se está haciendo lo suficiente para luchar al máximo por los intereses de los viticultores, que sufrirían un grave revés si se cambia el modelo actual. De esta manera, consideramos vital que se presione por todos los medios, ya que existen muchos intereses en juego y por muchas partes, para que la propuesta de cambio no salga adelante.

APAG EXTREMADURA ASAJA se opone rotundamente a los nuevos planes porque si se aprueba este nuevo planteamiento el viticultor quedaría en manos de los unos y otros, pero sobre todo permitiría la producción indiscriminada que quebraría la regulación efectiva actual entre oferta y demanda.