Las comunidades autónomas que han participado en el Encuentro Nacional de Casas de Acogida de Mujeres, celebrado esta semana en Cáceres, han dado los primeros pasos para crear una red nacional para interconecte estas instalaciones en las que las víctimas de la violencia de género encuentran un hogar temporal.

Ésta fue una de las tareas que la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, les encomendó el pasado lunes durante la inauguración de este foro, en el que se han dado cita más de 130 profesionales de 16 comunidades autónomas.

Es una tarea compleja, pero cuenta con ejemplos de buenas prácticas como la red de casas de acogida puestas en marcha por algunas comunidades autónomas o el convenio de colaboración firmado entre Aragón, Andalucía, Castilla y León, Baleares y Cataluña con esta misma filosofía, según ponen de manifiesto las conclusiones provisionales de este encuentro, que serán recogidas en una memoria.

Este foro, que se ha celebrado en Cáceres a propuesta del Instituto de la Mujer de Extremadura, ha servido para reflexionar sobre el trabajo realizado en el apoyo y asistencia a las víctimas del maltrato. En él se ha analizado la realidad social, se han conocido los compromisos que se están asumiendo desde distintas administraciones y se han expuesto planteamientos metodológicos y técnicos.

REALIDAD SOCIAL

En cuanto al análisis de la realidad, se ha constatado que la violencia de género es un fenómeno muy extendido tanto en el tiempo como en el espacio y que se observa en todas las culturas, aunque existen diferencias notables en cuanto a su intensidad.

Llegar al punto en el que se encuentra España es el producto "de un largo proceso que aún no ha terminado y lamentablemente está lejos de finalizar". Las participantes han valorado que se ha creado un espacio legal que refuerza las políticas públicas de igualdad y lucha contra la violencia de género.

Sin embargo, han advertido de que la fortaleza de este espacio depende mucho de decisiones políticas, respecto a la prioridad que se otorga a estas políticas y su lugar en la agenda pública. No obstante, aclaran que también hay que trabajar desde todas las esferas sociales, dado que "todavía permanecen improntas muy fuertes que dan valor hegemónico a la hipermasculinidad".

RESPUESTAS INSTITUCIONALES

En las dos jornadas de debate se han analizado también los pasos que desde los diferentes poderes se están dando en la lucha contra la violencia de género. En el caso del legislativo, aplauden que se estén planteando reformas del Código Penal para incorporar la calificación de delito relacionado con la violencia de género a los hostigamientos, los matrimonios forzosos, y el acoso y abuso sexual tanto directo como a través de las redes sociales.

Por parte del Ejecutivo, se trabaja en una Estrategia Nacional contra la Violencia de Género, que se centrará en cuatro ejes: la ruptura del silencio, el mejor conocimiento de la realidad de la violencia de género, la coordinación y la focalización de la asistencia a las mujeres víctimas y menores expuestos a la violencia de género. En este punto, el Gobierno extremeño ha dado a conocer la creación de una red de 22 pisos tutelados en las ciudades de Badajoz, Cáceres y Plasencia.

TRABAJO TÉCNICO

Este Encuentro Nacional ha constituido además una oportunidad para que profesionales del ámbito de la igualdad de oportunidades y la violencia de género intercambien experiencias. Todos ellos han coincidido en la necesidad de dar continuidad a este tipo de encuentros -el último se desarrolló en la ciudad asturiana de Avilés en 2004- si se quiere construir una auténtica red nacional y si se desea conocer los recursos que están operando en el territorio.

Las distintas intervenciones han puesto de relieve numerosos puntos en común y también han reflejado la diversidad de los recursos existentes, lo que se traduce en importantes diferencias en cuanto a infraestructuras, perfiles profesionales, beneficiarias e incluso metodologías.

Pero sobre todo se ha comprobado que a pesar de las diferencias hay un gran número de cuestiones que se abordan desde estrategias similares o que ocupan un lugar parecido en las proyecciones de futuro.

Se ha informado además de un descenso del número de personas acogidas, un hecho que lamentablemente no se atribuye a una caída de los casos de violencia de género, así como de un incremento de las personas acogidas pertenecientes a los colectivos vulnerables, como inmigrantes, minorías y mujeres prostituidas. También se ha comprobado que los menores se han convertido en un foco de atención primordial en el trabajo diario.

Por último, los ponentes y participantes han coincidido en la importancia de trabajar en cuatro áreas, la psicológica, la jurídica, la social y la educativa a través de un tratamiento integrador.