La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, UPA-UCE Extremadura, rechaza la propuesta presentada por el Ministerio de Agricultura en relación a la presentación de la nueva norma del porcino. Esta introduce una serie de novedades en función de la pureza racial de los animales y en función de la alimentación, desapareciendo la categoría de recebo. Así las categorías que continúan son las de cerdo de bellota (o de montanera), cerdo extensivo e intensivo.

Para Huertas, la propuesta tiene aspectos positivos, como plantear un mayor refuerzo de los controles, pero no es suficiente para que Extremadura la acepte: "Este borrador perjudica claramente las explotaciones tradicionales de la región", tal y como informa la organización agraria en nota de prensa.

El secretario general de UPA-UCE, critica que la pureza de raza prevalezca sobre la alimentación: "No tiene ningún sentido, ya que la medida solo servirá para confundir más al consumidor". Para Huertas, el borrador producirá un "confusionismo interesado" al seguir manteniendo en la norma las producciones de cebo de rejilla.

"La norma no resuelve los problemas del sector del porcino ibérico y además, genera otros nuevos como los costes de producción añadidos o la obligatoriedad de los ganaderos de inscribir a sus animales en los libros genealógicos; con el incremento de coste que esto supone para un sector que lo que menos tiene en este momento es rentabilidad".

UPA-UCE se opone frontalmente a este borrador: "creemos que es un borrador que responde a los intereses económicos de otras comunidades autónomas, pero desde luego no a los de Extremadura". El secretario general de la organización agraria pone de manifiesto su incomprensión ante la propuesta del Ministerio por "olvidar la zona tradicional de procedencia de los productos derivados del ibérico".

Por ello, demanda que el Presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, se ponga al frente de la protesta y reclame una norma beneficiosa para la Comunidad Autónoma: "Tal y como se comprometió, Monago debe luchar por los intereses de las explotaciones extremeñas; bien consiguiendo que el Ministerio rectifique en su propuesta, o bien saliendo Extremadura de una norma perjudicial para sus explotaciones. En esta región no estamos dispuestos a aceptar una norma que no solucione nada y genere más confusión para el consumidor. Frente a esto, si no hay un cambio de postura por parte del Ministerio de Agricultura, habrá que reconsiderar si Extremadura tiene que estar dentro de la norma y cuáles son las soluciones alternativas a nuestra participación en la misma".