La Consejería de Salud y Política Social ha destacado, con motivo de la celebración del Día Mundial del Cáncer de Mama, la importancia del diagnóstico precoz en la lucha contra esta enfermedad y ha animado a las extremeñas a participar en el programa de detección temprana, que el año pasado llegó al 77 por ciento de las destinatarias, un porcentaje alto pero que hay que seguir aumentando.

Un total de 40.536 mujeres, de las 52.511 que fueron convocadas en 2011, acudieron a su cita con los profesionales del Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama de Extremadura, que se puso en marcha en 1998 y se dirige a todas las mujeres residentes en Extremadura de 50 a 69 años y aquellas de 40 a 49 años con antecedentes de cáncer de mama en primer grado.

Este plan se organiza en rondas de cribado de dos años de duración y en la actualidad se encuentra en la séptima, que comenzó el 1 de enero de 2011 y terminará el próximo 31 de diciembre. Su objetivo es la disminución de la mortalidad por esta enfermedad en las mujeres, para lo que se establece como prueba la mamografía.

HOSPITALES Y UNIDADES MÓVILES

Las mujeres que residen en las áreas urbanas son citadas en los once hospitales que participan en el programa, y las que pertenecen a núcleos rurales son atendidas en las dos unidades móviles que recorren la región.

Una vez realizadas las mamografías, son estudiadas por radiólogos del Servicio Extremeño de Salud y los resultados son enviados al médico de familia de cada usuaria.

Un total de 1.501 de las 40.536 mujeres participantes en 2011, el 3,7 por ciento de ellas, necesitaron estudios complementarios además de la mamografía para concluir el diagnóstico.

Otras 327 mujeres fueron derivadas al hospital, ya fuera porque la prueba presentaba criterios de malignidad o por cualquier otra circunstancia apreciada. En 146 de estos casos se hallaron signos malignos y la mitad de ellos correspondieron a mujeres de entre 50 y 60 años.

MENSAJE DE ESPERANZA

No obstante, la Consejería de Salud y Política Social quiere hacer una llamada a la esperanza porque aunque el cáncer de mama sigue siendo el más prevalente entre las mujeres españolas, gracias a la generalización de las pruebas para detectar los tumores en sus estadios iniciales -las mamografías se ofertan en todas las CC AA al cien por cien de las mujeres en edad de riesgo-, la supervivencia, cinco años después del diagnóstico de la enfermedad, se sitúa en el 83 por ciento en España. Esta cifra está por encima de la media europea, que es del 79 por ciento.

Los objetivos planteados para este año por el Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama de Extremadura son finalizar la séptima ronda de cribado, manteniendo al menos una participación superior al 75 por ciento. Además se estudiará la conveniencia de iniciar el cribado a los 45 años y, en su caso, revisar la población diana del programa, que sería exclusivamente de 45 a 69 años.

El programa tiene un coste anual de unos 900.000 euros, de los que unos 450.000 euros corresponden al contrato de las unidades móviles de realización de mamografías, unos 400.000 euros al coste de la lectura de mamografía e informes radiológicos, 10.000 a pruebas complementarias y 40.000 euros al tratamiento hospitalario de las mujeres en las que se detecta cáncer.