La organización agraria APAG EXTREMADURA ASAJA muestra su rechazo frontal al anuncio efectuado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de subir el tipo general del IVA del 18 al 21% y el tramo reducido, que pasará del 8 al 10%, porque repercutirá muy negativamente en los agricultores y ganaderos. Este incremento es especialmente negativo para el sector agrario en el tramo reducido porque  se aplica a los consumos intermedios empleados en el campo, por lo que estos dos puntos más repercutirán en los costes de producción, como el caso de los piensos, fertilizantes, semillas, fitosanitarios o gastos veterinarios. También repercutirá en el sector agrario la subida del tipo general del IVA, al afectar al consumo de energía y  lubricantes así como los productos de mantenimiento de material y servicios agrícolas, todos ellos elementos esenciales en la producción agrícola.

Manuel Laparra, presidente de esta organización agraria, recuerda que ya alertó en un comunicado el pasado 30 de junio sobre el grave perjuicio que resultaría la subida de este impuesto "pero desgraciadamente aquellos temores se han convertido hoy en realidad". Esta subida repercutirá en todo el proceso de la cadena alimentaria, perjudicando tanto al consumidor como especialmente al factor más débil de todo el proceso, el agricultor y el ganadero, al provocarse con toda seguridad una nueva bajada de los precios en origen, que ya de por sí son de miseria.

Además, de forma paralela tendrá repercusiones también desde el punto de vista fiscal para el sector agrario, que viene reclamando desde hace años una recompensación del IVA para la ganadería, actualmente en el 8,5%, para situarlo en los niveles de la agricultura, que se encuentra en el 10%.

La mayor parte de los agricultores y ganaderos están en el Régimen Especial de IVA y por tanto no hacen balances trimestrales, por lo que no podrán compensar con la venta de sus productos el mayor IVA pagado por los medios de producción.

Por eso, APAG Extremadura ASAJA exige que se convoque con urgencia una mesa de negociación en la que esté presente el Ministerio de Hacienda, el de Agricultura, con la mediación de la consejería de Agricultura del gobierno de Extremadura y la participación de las organizaciones agrarias con el objetivo de aprobar un ‘IVA compensatorio" para el sector agrario puesto que la mayoría de los profesionales del campo tributan dentro de un sistema especial que les impide repercutir las subidas de impuestos a los productos que venden.

Por último, no hay que olvidar que esta subida del IVA conllevará un hundimiento aún mayor del consumo y por tanto de la cesta de la compra y estas caídas de ventas terminarán por repercutir en los agricultores y ganaderos, ya de por sí asfixiados al recibir por sus productos unos precios que están por los suelos y que nada tienen que ver con los costes de producción.