El consejero de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía, José Antonio Echávarri, ha reiterado hoy la apuesta del Gobierno regional por los seguros agrarios, al tiempo que ha señalado que a fecha de 18 de junio se había consumido el 100% del presupuesto disponible en la comunidad autónoma para subvencionar la contratación de seguros agrarios durante este año 2012.

De hecho, ha dicho, incluso se ha sobrepasado en 600.000 euros la cantidad inicialmente consignada, que ascendía a 8,3 millones de euros.

José Antonio Echávarri ha dejado claro que todos los agricultores que hayan contratado sus seguros mientras ha estado abierta la línea -de 1 de enero a 18 de junio- ni han pagado ni tendrán que pagar la parte correspondiente a la ayuda autonómica, de la que se hará cargo la Administración regional a través de los acuerdos que mantiene con Agroseguro.

El problema, ha incidido el consejero, radica en que en el actual modelo de seguros agrarios la línea de ayudas "sigue abierta de forma indefinida", con lo que se comprometen ayudas que superan en gran medida las cantidades presupuestadas y se generan nuevas deudas en las cuentas extremeñas. "No estamos dispuestos a gastar lo que no tenemos", ha insistido José Antonio Echávarri, que se ha mostrado partidario de iniciar los contactos con Agroseguro y con el resto de comunidades para plantear que los seguros agrarios se ajusten a los presupuestos.

Por otra parte, el consejero de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía ha querido matizar que prácticamente la totalidad de los agricultores y ganaderos que así lo han querido cuentan con la correspondiente subvención para los seguros de esta campaña, puesto que las líneas de frutales y de sequía en pastos correspondientes al periodo 2012 se contrataron en 2011 y se han abonado con el presupuesto que había disponible.

En cuanto al seguro de retirada de animales muertos, la mayor partida que se quedaría sin cubrir, hay que recordar que en esta campaña se ha empezado a aplicar un nuevo modelo que reduce su coste para el ganadero en algo más de un 30%, por lo que su precio, aún sin la ayuda autonómica, será similar al del año pasado.