El astado Deseadito, de la ganadería de Alcurrucén, se ha convertido en el primer toro de las fiestas de San Juan que se ha lidiado bajo el nuevo reglamento taurino que aprobó el consistorio en el pleno del pasado 19 de abril. La organización ha informado durante la madrugada por megafonía de los principales puntos que afectan a la lidia de los astados y que se recogen en la nueva ordenanza, lo ha hecho además en varias ocasiones y en español e inglés, según recoge el blog sanjuanescoria2012.blogspot.com.es  

El toro marcado con el número 28 y guarismo 7 salió a las calles por la puerta de la Cárcel Real tras la lidia en la plaza, aunque se dio la vuelta y volvió a la plaza. El animal sólo hizo un recorrido por las calles con largas paradas en la Cava, Rúa de los Paños y Cuatro Calles sin provocar mucho peligro y la lidia del astado concluía pasadas las 6.00 de la mañana.

Descatar que precisó atención médica un vecino de Talayuela ,M.A.V. a las 04.08 horas, presenta un baretazo que tras  ser atendido en la enfermería fu dado de alta.

Lidia de la vaca de la Rana

Ayer sábado, el primer festejo taurino fue, como es habitual, con la vaca de la Peña La Rana que se soltó en las calles de Coria bajo un calor sofocante. El animal era de la ganadería de Enrique Serrano de, Moraleja, de nombre Costurerita con el número 57 y guarismo 7. Según recoge el Diario HOY, la res cumplió con creces su cometido acudiendo a la llamada de los mozos por la zona del encierro y no hubo que lamentar ningún percance.

Por otra parte, el encierro de los bueyes a caballo llegaba al centro de Coria sobre las 12,30 horas. Decenas de personas esperaban para ver llegar a los caballistas con los seis bueyes que durante estos días de festejos taurinos acompañarán a los toros en los diferentes encierros matinales y de madrugada. El traslado se desarrolló con normalidad aunque hubo un pequeño susto cuando uno de los jinetes sufrió una caída con su caballo cuando caminaban por la Avenida Sierra de Gata y fue arrollado por otro caballista que iba justo detrás, aunque no hubo que lamentar daños de consideración.