Agentes de la Guardia Civil están desarrollando desde esta mañana una operación especial en los barrios pacenses del Gurugú y La Cañada donde se están realizando registros y detenciones relacionadas con el robo de armas en la base militar General Menacho de Bótoa en febrero del 2011.

La Delegación del Gobierno en Extremadura ha confirmado que se está realizando una importante operación pero no ha facilitado más información ya que la investigación sigue abierta. En el dispositivo participan más de 100 agentes de la Guardia Civil, que una vez concluido el registro en La Cañada se han desplazado a la barriada del Gurugú donde han procedido al registro de otras viviendas. Al dispositivo también se ha incorporado un helicóptero de la benemérita que ha sobrevolado la barriada en varias ocasiones.

Según recoge el Diario HOY, la operación se inició ayer lunes cuando la Guardia Civil detuvo a un exsoldado y a su banda en la puerta de la cárcel de Cáceres, donde se encontraban en prisión preventiva por otros atracos.

Llevaban nueve meses esperando salir de prisión y cuando ayer lo consiguieron la Guardia Civil les estaba esperando en la puerta de la cárcel para colocarles de nuevo las esposas. En concreto, son cinco individuos, miembros de una banda, que están acusados de asaltar la Base General Menacho de Bótoa el 28 de febrero del año pasado de donde se llevaron diez pistolas Llama M82, 9 milímetros parabellum y veinte fusiles de asalto HK G-36.

Antecedentes robo en bancos

Los cinco sospechosos estaban en prisión preventiva desde el pasado 4 de septiembre cuando en una sola noche asaltaron cuatro sucursales bancarias de Caja Extremadura y Banesto en las localidades cacereñas de Baños de Montemayor, Galisteo y Alagón del Río. En el último atraco, en torno a las cinco de la mañana fueron detectados por la Guardia Civil tras recibirse la alerta de la central de alarmas.

Fue entonces cuando se inició una persecución delirante en la que los ladrones se saltaron dos controles, dispararon contra los agentes e intentaron atropellar a un agente. Los individuos fueron detenidos tras un tiroteo en el que dos de ellos resultaron heridos de bala e ingresaron en la cárcel por orden judicial.

Según recoge este diario, el cabecilla del grupo es Marcos Antonio Castellanos, de 27 años, un exmilitar que estuvo destinado en la base militar de Botoa. Junto a él el robo su hermano José Manuel Castellanos, de 31 años, y tres compinches de entre 22 y 27 años (D. M. G., A.A.R. y D.M.L). Todos son españoles, proceden del mismo barrio de Badajoz, y tienen numerosos antecedentes.

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