La localidad cacereña de Moraleja ha dado el último adiós este viernes a José Miguel Santos Martín, trabajador fallecido en el accidente laboral que se registró en una industria oleícola de Moraleja el pasado 24 de mayo.

En el sepelio, que se ha oficiado en la Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad, han estado presentes el consejero de Administraciones Públicas del Gobierno de Extremadura, Pedro Tomás Nevado Batalla y la Consejera de Cultura, Trinidad Nogales, además del alcalde de Moraleja, Pedro Caselles, entre otros representantes de la clase política.

Los vecinos de Moraleja han mostrado a la familia de Santos Martín numerosas muestras de apoyo y cariño en estos momentos difíciles para un municipio que se encuentra consternado desde que ocurrieran los hechos.

Santos Martín tenía 30 años y se encontraba trabajando justo en el lugar de la industria oleícola en la que se registró una grave explosión que también costó la vida a otros dos compañeros: Valentín Parra de 58 años y Alberto Lozano, de 88 años de edad, jubilado y exencargado de la empesa.

La familia de Santos Martín tuvo que esperar hasta la tarde del miércoles para conocer que los restos biológicos hallados el pasado sábado en el interior de la factoría correspondían con el trabajador desaparecido.

 El padre de José Miguel, también empleado de la empresa extractora de orujo,  estaba trabajando junto a su hijo cuando se produjo la deflagración. Afortunadamente, sólo sufrió policontusiones y tuvo que se atendido por una grave crisis de ansiedad.