Efectivos del SEPEI han encontrado pasadas las 08.30 horas de la mañana de este viernes el cadáver de otro de los tres fallecidos tras explotar ayer un depósito de hexano de una insdustria oleícola de Moraleja. Los bomberos han encontrado los restos de Alberto Lozano, de 88 años y extrabajador de la empresa, junto a la zona donde se produjo la deflagración.

El fallecido trabajaba desde los 13 años en la fábrica. Residía  en una vivienda situada frente a la industria y visitaba todos los días la fábrica. Ayer también se encontraba en la factoría cuando se registró la deflagración.

La búsqueda del tercer desaparecido tras explotar un depósito de hexano ayer en una industria oleícola de Moraleja sigue a esta hora tras una noche intensa para los efectivos del SEPEI que han mantenido activo el dispositivo de búsqueda y retirada de los escombros en el lugar de los hechos. Ahora, los esfuerzos se centran en encontrar al tercer y último desapecido un joven de 30 años es José Miguel Santos Martín, de Moraleja y soltero, iba a cumplir 31 años el próximo mes de julio.

Las tareas se han podido desarrollar durante la noche gracias a la potente iluminación de dos focos que se han instalado. Ha sido necesario seguir trabajando con la ayuda de maquinaría pesada y de dos grúas de grandes dimensiones que siguen ubicadas desde la tarde de ayer en las inmediaciones de la industria, que ha quedado prácticamente destrozada tras la deflagración y que ha costado la vida a un trabajador de 58 años, Valentín Parra, que residía en Moraleja aunque era natural de Arroyo de la Luz.

Fue precisamente otro depósito de hexano que se encontraba próximo al que explotó el que mantuvo en alerta a los bomberos y a las fuerzas y cuerpos de seguridad desplazados hasta el lugar de los hechos que actuaron rápidamente para refrescar la zona afectada y evitar una nueva deflagración. Cerca de la industria afectada hay una gasolinera e Iberdrola actuó cortando el suministro eléctrico para evitar consecuencias peores. Fue necesario habilitar una línea para proporcionar suministro a la estación de servicio en la que se apostaron muchos vecinos de Moraleja para conocer la triste noticia.

 Hasta pasadas las diez de la mañana la carretera que une Moraleja con la comarca de Sierra de Gata, seguía cortada al tráfico rodado. Un dispositivo de seguridad imppedía el paso de los vehículos. Sólo se reabrió en la tarde de ayer el tráfico durante unas horas para que pudieran acceder a la empresa, Industrias Oleícolas Sierra de Gata, dos grúas pluma de gran tonelaje que llegaron desde Plasencia para incorporarse a la retiradas de estructuras metálicas y numerosos escombros. Gracias a las grúas, es posible mover las vigas de hierro que dificultan el rescate y que, en algunos casos, se encontraba fundido por las altas temperaturas que se registraron tras la explosión.

Se da la circunstancia de que los perros del servicio cinológico de la Guardia Civil no pudieron acceder a las instalaciones porque se quemaban las almohadillas de las patas debido a las elevadas temperaturas del suelo de la industria oleícola.

Pasadas las diez y media de la noche el presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, abandonó Moraleja tras permanecer más de siete horas en el lugar de los hechos para conocer de primera mano el desarrollo de las tareas de rescate y dar apoyo moral a las familias de las víctimas. En el lugar también se personó el presidente de la Asamblea de Extremadura, Fernando Manzano, quien acompañó hasta bien entrada la noche al alcalde de Moraleja, Pedro Caselles, en estos duros momentos para la localidad.

Hasta Moraleja también se desplazó en la tarde de ayer el Delegado del Gobierno de Extremadura, Germán López Iglesias,  la subdelegada del Gobierno en Cáceres, Jerónima Sayagués; el presidente de la Diputación de Cáceres, Laureano León; el vicepresidente segundo de la Diputación de Cáceres,  Saturnino López, así como el diputado provincial de Recursos Humanos, Parques de Bomberos y Prevención  y vicepresidente tercero de la diputación cacereña, Emilio Borrega, entre otras autoridades.

APOYO PSICOLÓGICO

Un equipo de sanitarios de Cruz Roja Española han acompañado durante toda la noche a los familiares que siguen en la casa de cultura, donde horas después de ocurrir el suceso se instalaba un hospital de campaña para prestar asistencia psicológica y médica a familiares y compañeros de los trabajadores.

Tanto el IES Jálama, como el hogar de mayores de Moraleja han suspendido los actos lúdicos que tenían programados para las próximas horas en señal de duelo por los hechos ocurridos.

En el lugar de los hechos había cinco trabajadores cuando ocurrió la explosión: uno ha fallecido, dos están desaparecidos, otro empleado resultó ileso y otro de los miembros de la plantilla presenta policontusiones y sufrió una crisis de ansiedad.

 

 

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