Las organizaciones profesionales agrarias Apag Extremadura Asaja y Coag Extremadura, la Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo, Jóvenes Agricultores de Villafranca, la Asociación de Empresarios del Vino de Extremadura y las cooperativas de Villafranca, Los Santos de Maimona y Almendralejo han mostrado hoy su preocupación ante las ‘catastróficas' consecuencias para el sector agroalimentario de Tierras de Barros si la Declaración de Impacto Ambiental, que debe de emitir en los próximos días el Ministerio de Agricultura, es positivo y se instala una refinería en la zona.

Así, en una rueda de prensa celebrada en Mérida, Félix Corbacho, vicepresidente de Apag Extremadura Asaja, ha afirmado que si se ubica la industria de petróleo "corre un serio peligro la Denominación de Origen Ribera del Guadiana", una marca que costó "mucho trabajo conseguir y que podría verse seriamente afectada e incluso podría perderse, por lo que la bofetada sería tremenda", ha declarado Corbacho, que pertenece al consejo rector de dicha denominación de origen, que ha confesado la preocupación que existe en el sector si la refinería se instala.

En este sentido, Antonio Medina, presidente de la Asociación de Empresarios del Vino de Extremadura, ha asegurado que están en peligro 20.000 familias que viven directamente de la viña en Tierra de Barros dentro de una superficie de 100.000 hectáreas de viñedo que cada año da trabajo a un millón y medio de jornales, y que ahora podrían verse afectados al ponerse en riesgo todos estos puestos de trabajo.

Medina puso como ejemplo una encuesta que se realizó a 44 representantes de empresas que exportan vinos de Tierra de Barros, a quienes se les preguntó si seguirían comprando los vinos si se implantara una refinería en esta comarca. 41 de ellas se negaron a seguir a comprar una botella más, 1 no opinó y otro desconocía el impacto y sí estaba dispuesto a seguir comprando.

El presidente de esta asociación se basó en un estudio realizado por este colectivo sobre las repercusiones del impacto que tendría una industria de petróleo en esta zona, según el cual ésa es la industria más contaminante del mundo porque emite a diario más de 10.000 partículas de benceno, el mayor cancerígeno que existe.

Además, expresó su preocupación porque los datos que ponen de manifiesto que en Huelva y en La Línea de la Concepción, donde existen otras refinerías, se han convertido en las zonas de España con más porcentaje de cáncer por habitante.

Por el contrario, Antonio Medina aseguró que la implantación de esta industria supondría un contrasentido total al haberse promocionado durante años, con el apoyo de la Unión Europea y la Junta de Extremadura, los productos extremeños como los más ecológicos, limpios y sanos.

Además, "de todos es sabido y reconocido los grandes beneficios que ofrece el ecosistema extremeño, lo que afectaría no sólo al sector del vino sino también a otros muy importantes en Extremadura, como por ejemplo el porcino y, como consecuencia de ello, el prestigio del jamón extremeño y en general de Extremadura como despensa agroalimentaria al ser la segunda productora de alimentación de todo el país".

"Nadie tiene la autoridad moral para imponer el aire que tenemos que respirar los extremeños", aseguró Antonio Medina, que indicó que se está intentando engañar a los ciudadanos de la región al asegurarse que la refinería en Tierra de Barros será prácticamente ecológica "cuando ya se obliga a todas las refinerías actualmente en funcionamiento a adaptar en un periodo máximo de tres meses cualquier novedad tecnológica que aparece", por lo que la refinería Balboa "no sería distinta a las demás".

Por su parte, Francisco García Burguillos, de la cooperativa de San Isidro, indicó que el sector está realizando desde años un gran esfuerzo para producir vinos de calidad y competir con otros vinos del país y del resto del mundo, "y eso no se puede tirar por la borda porque la instalación de una refinería junto al lado de nuestros viñedos tiraría por la borda toda nuestra imagen".

En cualquier caso, aseveró que sea cual fuere el dictamen del Ministerio, "mostramos y mostraremos nuestro respeto a los funcionarios, técnicos e instituciones que serán los encargados de decir sí o no al proyecto y no como el empresario Alfonso Gallardo que presiona y llega a insultar a políticos, funcionarios, técnicos, etc.".

García Burguillos recordó las palabras del presidente del gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, en su toma de posesión que habló de que Extremadura era, fundamentalmente, campo y abogó por continuar por esa línea de trabajo. De todas formas, indicó que si la DIA sale positiva "tomaremos las medidas oportunas, pero siempre dentro de la legalidad" mientras que si sale negativa "celebraremos el fina de esta lucha".

Por su parte, Francisco Amaya, directivo de APAG EXTREMADURA ASAJA, aseguró que la implantación de la refinería provocaría la pérdida de "infinidad de puestos de trabajo" en la zona de Tierra de Barros mientras, por el contrario, los que promete crear el empresario sería escaso y para un personal muy cualificado y fundamentalmente de fuera de la región.