Según un estudio del grupo de investigación de la Universidad de Extremadura, Grupo experimental de radiaciones nucleares,  en la zona norte de Extremadura muchas personas entran en contacto con el gas radón cotidianamente en sus lugares de trabajo, lo que puede derivar en afecciones pulmonares debido a sus características radioactivas.

Esta investigación, pionera en España, y financiada por el Consejo de Seguridad Nuclear, se realizó en 130 empresas extremeñas (públicas y privadas) durante 2010 y 2011, y obtuvo un total de doscientas medidas  de este gas radiactivo. Fundamentalmente  hizo hincapié en hoteles, aparcamientos, museos, bodegas, bibliotecas, iglesias y hospitales antiguos construidos con granito o sobre este material. Y aunque no hubo diferencia entre construcciones subterráneas o a nivel de suelo, esta característica se encuentra más en la provincia de Cáceres que en la de Badajoz.

Estudios epidemiológicos de la Organización Mundial de la Salud hacen referencia a la relación directa entre radón y cáncer de pulmón, por lo que las personas que trabajen en estos sitios corren mayor riesgo de padecer este tipo de afección debido a su continua inhalación. Alejandro Martín, coordinador de la investigación, subraya que el radón por si solo desaparece casi por completo en 38 días, "pero generalmente está acompañado por isótopos radiactivos como el plomo donde su eliminación alcanza los 220 años, por lo que ninguna persona viviría lo suficiente para deshacerse  de este gas".

Dentro de los edificios medidos, los considerados de patrimonio histórico con estructura granítica fueron los que presentaron un nivel más alto. El caso más alarmante es el de las cuevas donde se encuentran estalactitas y estalagmitas, ya que al no poder ser ventiladas porque afectaría al crecimiento de las mismas, genera para los guías que trabajan en ella un potencial foco de infecciones pulmonares.

El investigador destaca también que en una vivienda familiar sus integrantes no corren peligro y aconseja una ventilación matutina diaria de unos 10 minutos.

El profesor de la UEx reconoce que durante la investigación se han llevado la grata sorpresa de que en bodegas y aparcamientoss, ambos subterráneos y de granito, los niveles de radón daban cero gracias a la ventilación que poseen para eliminar el CO2 y el monóxido de carbono.

La segunda parte de este estudio consistía en buscar "acciones de remedio" pero por el momento se encuentra paralizada debido a la falta de financiación. Y concluye: "Es un gran problema no poder continuar con la investigación porque en algunos sitios la situación es muy crítica".