Colectivos sociales de la población cacereña de Alcántara y comarca, respaldados por la clase política, han solicitado en el marco de unas jornadas llamadas "Puente Romano de Alcántara. 150 años de olvido", mejoras en el estado de conservación de este monumento levantado por el Imperio Romano.

Las asociaciones han colgado también esta petición en una pancarta que puede leerse en la travesía de Alcántara y en la que hacen una llamada de atención al "olvido" en el que se encuentra el monumento que aspira a ser Patrimonio de la Humanidad.

El primer edil de Alcántara, Luis Mario Muñoz. reiteró que podrán en conocimiento de las administraciones pertinentes la necesidad de levantar un nuevo paso para evitar el tráfico rodado por el Puente Romano. Muñoz explicó que en los últimos años se han realizado obras menores en el monumento pero insistió en que es el momento de demandar fondos para dar una solución a este problema y que se clausure al tráfico el puente.

El monumento fue construido entre los años 104 y 106, que cruza el río Tajo.  Consta de 6 arcos de desigual altura, los cuales descansan en cinco pilares a su vez a distintas alturas sobre el terreno de roca allanada de pizarra. Existe un templete conmemorativo con un arco de triunfo superior en el centro del puente con una altura de 10 m, denominado de Trajano. El puente está hecho de sillares almohadillados de roca granítica de entre 45 y 50 cm. Además a los pies del puente hay un templete romano dedicado al constructor del mismo, llamado de Lácer y cristianizado en la Edad Media con el nombre de San Julián. Entonces le añadió una espadaña y una cruz apoyada sobre cuatro calaveras de granito. En él está enterrado el ingeniero de esta obra: Cayo Julio Lacer, según aparece en algunos estudios.