El Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cáceres quiere mostrar su "repulsa y condena inequívoca" hacia las amenazas remitidas contra la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, por la decisión de trasladar el mercadillo franco de la ciudad.

En concreto, la regidora cacereña ha recibido un anónimo en el que se amenaza de manera clara a su persona y a su familia. No es una amenaza cualquiera, es un atentando a la autoridad, realizada con cobardía y escondiéndose en el anonimato.

El documento llega incluso a manifestar que la regidora "se está metiendo un lío muy gordo", que conocen "donde vive toda su familia" y que "todos los días ocurren accidentes por casualidad".

En este sentido, el equipo de gobierno defiende que este tipo de hechos "lamentables" no son admisibles en un estado de derecho, y señala que, como no puede ser de otra forma, el anónimo ha sido puesto a disposición de la policía para iniciar las pesquisas pertinentes.

No se puede permitir en un estado de derecho el chantaje, la amenaza o la coacción contra una persona que está realizando la función para la que ha sido, democráticamente, elegida, como es tomar decisiones y gobernar.

En la sociedad en la que vivimos existen los mecanismos para la discrepancia, para exponer las opiniones, pero nunca desde la amenaza y el chantaje; y desde el equipo de gobierno se considera lamentable esta actitud.

También desde el equipo de gobierno se quiere mostrar firmeza en las decisiones tomadas, porque están pensadas por y para la ciudad y sus vecinos.  El texto recibido no es una amenaza a una persona, es una amenaza a la regidora de la ciudad, al estado de derecho, y a los propios ciudadanos de Cáceres.

Igualmente, desde el Gobierno Municipal de Cáceres se quiere dejar claro que, a pesar de esta actitud, no se va a dejar amedrentar, sino que la línea de trabajo va a ser siempre en la misma dirección, frente a la coacción, libertad; frente a la amenaza, legalidad; frente al insulto, diálogo; y frente al chantaje, fortaleza.

Los ciudadanos han elegido a este gobierno para tomar decisiones y en esa línea se va a seguir trabajando, con la esperanza de que caiga sobre los autores de hechos tan lamentables como este todo el peso de la ley y también con una llamada a la responsabilidad y el sentido común.

De la misma manera, desde el gobierno municipal se solicita una condena unánime a este tipo de actitudes, porque no se puede permitir que personas con responsabilidades en el Ayuntamiento se estén encargando de azuzar los anónimos por hacer oposición política.

En el mismo sentido se pide responsabilidad por todas las partes, puesto que una cosa es la crítica y la divergencia en opiniones; y otra cosa es amenazar a los representantes de los ciudadanos y a sus familias.