Ecologistas en Acción de Extremadura ha denunciado "la poca sensibilidad y el maltrato de los cazadores antes, durante y después de las cacerías".

El grupo conservacionista critica que la mayoría de los perros de caza permanecen encerrados y alimentados con carne cruda y pan duro, "sin cariño, ni abrigo, ni ejercicio diario".

La asociación considera que "la poca sensibilidad, cuando no maltrato, de estos "amantes de la naturaleza" con los perros que usan en sus cacerías" se constata con el número de perros que aparecen perdidos y o heridos en los núcleos urbanos cercanos al lugar de las cacerías.

Denuncia además que "casi ninguno de los perros lleva micro-chic y su desnutrición y mal estado físico (parásitos, heridas y enfermedades como parvovirosis, moquillo, etc), son una prueba de la mala vida que proporcionan al anima"l.

Ecologistas señalan que son muy pocos los que disfrutan o se responsabilizan de la felicidad del perro durante los días que no los sacan a cazar. 

La asociación recuerda que Extremadura cuenta con una de las mejores leyes de protección animal que queda "preciosa en el articulado ya que en la práctica, brilla por la ausencia de su ejecución".