El alcalde de la localidad portuguesa de Coruche, Dionisio Mendes, y representantes de la Asociación de Propietarios Forestales de la zona (APFC) han visitado las instalaciones del Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal ICMC (Iprocor), para conocer las características de la Suberoteca del Instituto y la metodología que se aplica en el Plan de Calas y Control de Calidad del Corcho.

Esta visita se debe al interés de ambas entidades del Alentejo portugués por crear una suberoteca en el Observatorio del Alcornocal y del Corcho, ubicado en la localidad de Coruche.

La suberoteca de Iprocor fue creada en 1984 y guarda más de 50.000 muestras de corcho pertenecientes a 1.000 bosques de cinco países. Sus fondos provienen en su mayoría del Plan de Calas, una iniciativa que también puso en marcha el instituto en 1985.

El alcalde, Dionisio Mendes, dos técnicos del ayuntamiento, y un técnico de APFC, se han reunido con el director general de Iprocor, Germán Puebla Ovando; y con técnicos del Departamento de Recursos Naturales Renovables del mismo instituto, encargados de gestionar la suberoteca del Instituto y el Plan de Calas y Control de Calidad del Corcho.

El Plan de Calas es un servicio que Iprocor presta a propietarios y gestores de alcornocales extremeños, para conocer la calidad del corcho en campo. El procedimiento que se utiliza se basa en la recogida de muestras (calas) en los alcornocales en los que se va a descorchar en cada campaña.

De este modo, se pone a disposición de los productores que lo soliciten la información precisa sobre la calidad de corcho de su finca, y del estado selvícola de la misma. Los industriales tienen la oportunidad de ver las muestras de corcho de cada campaña en la suberoteca.

El Plan de Calas no es sólo un servicio de utilidad para los productores e industriales, también permite obtener información de gran valor para las investigaciones del corcho y el alcornocal. La recogida de muestras se realiza cada año desde el mes de abril hasta el mes de julio. Aproximadamente, se evalúan unas 50 fincas al año.