El director general de Desarrollo Rural, José Luis Gil Soto, ha destacado que el gran reto de las políticas de desarrollo rural futuras es conseguir que las mujeres, sobre todo las mujeres jóvenes, decidan quedarse a vivir en nuestros pueblos y comarcas.

Para ello, ha señalado, es muy importante que estas políticas vayan encaminadas a dotar a los pueblos, además de con empleo, con aquellas prestaciones y servicios que los hagan atractivos para que la población femenina joven decida quedarse a vivir en ellos.

Gil Soto ha hecho estas declaraciones en el foro “Taller de experiencias en el colectivo de mujeres de la Campiña Sur”, celebrado en el Teatro Cine Capitol de Azuaga, y al que han asistido más de trescientas mujeres pertenecientes a las distintas asociaciones de este colectivo, existentes en la comarca. El acto ha sido promovido por el Centro de Desarrollo Rural Campiña Sur dentro de la “Semana para la participación social” que organiza la Red Extremeña de Desarrollo Rural (REDEX) y financia la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía del Gobierno de Extremadura.

Cada vez hay más mujeres jóvenes que abandonan los pueblos para irse a estudiar a la universidad y que luego o no vuelven a los pueblos o si vuelven siguen buscando oportunidades para marcharse a la ciudad, ha señalado el director general. Es muy importante escucharlas, ha añadido, y crear foros y talleres como éste para que se traslade a las administraciones cuál es su opinión acerca de qué servicios se deben prestar y qué atractivos tiene que tener el medio rural, además de empleo, para que las mujeres, sobre todo las mujeres jóvenes, acaben considerando que en los pueblos está su oportunidad y su forma de vida.

Gil Soto ha destacado que el acto de hoy ha estado lleno de mujeres que aportan la voz de la experiencia. El director general ha reclamado, sobre todo, la participación de esas mujeres jóvenes que deben exponer más claramente cuáles son sus deseos de futuro y qué es lo que necesitan para quedarse en el mundo rural, ya que su voz es de vital importancia para la planificación futura del desarrollo rural en nuestros pueblos y comarcas.

Por otro lado, Gil Soto se ha congratulado por los logros “innegables” sociales que han conseguido las mujeres en las últimas décadas, y ha apostado por avanzar todavía aún más en este campo, especialmente en el caso de las mujeres rurales, no sólo desde las administraciones públicas sino desde toda la sociedad en general.

Por último, Gil Soto ha destacado la importancia de todas aquellas actuaciones de desagravio que se están llevando a cabo desde las administraciones públicas tendentes a recompensar y reconocer el trabajo silencioso e invisible que han realizado generaciones y generaciones de mujeres en el medio rural y que nunca ha sido reconocido.