Adenex ha propuesto a las sociedades de cazadores, principales interesadas en conservar la caza, una parada temporal en las acciones cinegéticas, especialmente para la caza menor.

Adenex se ha dirigido en este sentido al Director General de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura, para exponerle el problema y plantear una reunión urgente, con carácter extraordinario del Consejo Extremeño de Caza, para analizar la situación y adoptar medidas consensuadas entre todos sus miembros, sin que por ello se perjudique los intereses de este sector productivo, que reporta considerables beneficios económicos y sociales a Extremadura.

El colectivo indica que la temporada cinegética ya está abierta en Extremadura, el pasado día 8 de octubre para la caza mayor y el día 12 para la menor. Pero el panorama "no puede ser más desolador, ante un otoño que ha comenzado sólo en el calendario y nulo a efectos de lluvia, presentando el campo un paisaje aún veraniego, con muy escasas fuentes de alimento vegetal y refugios para la fauna, incluida la cinegética".

Tanto es así que en las  monterías realizadas en estas primeras jornadas hábiles, se ha comprobado la extrema dificultad de los animales para la huida ante el acoso de los perros en la batida, también exhaustos ante la falta de agua, la dureza del monte y la falta de flexibilidad del matorral.

Adenex resalta que "hay manchas prácticamente vacías, por el desplazamiento de la caza a zonas bajas, donde los sotos de ríos o arroyos dan cobijo y las charcas que aún quedan con algo de agua, bebida, que junto al ramoneo de olivos o almendros satisfacen su hambre".

Ha habido acciones de caza con una importante bajada en las piezas abatidas por este motivo, y es que este otoño se parece más al mes veraniego de agosto.

Por este motivo, algunos titulares de cotos han decidido posponer sus acciones de caza, en espera de lluvias, porque la poca cantidad de presas que pueden abatirse en estas circunstancias se hallan además disminuidas en sus posibilidades de huida y defensa.

La situación es próxima a los llamados "días de fortuna" en que la Ley de Caza prohíbe el ejercicio de esta actividad, ante la imposibilidad de que los animales se defiendan por encontrarse muy disminuidas sus opciones de supervivencia. Y lo peor es  que esta situación de sequía no va  a solucionarse en breve, según las predicciones de los  partes meteorológicos.