El primer encierro de San Buenaventura en Moraleja ha dejado dos heridos de diversa consideración en una mañana taurina ajetreada y con varios sustos.

El herido de mayor gravedad es un corredor, vecino de Moraleja, que se tropezó durante la carrera y fue golpeado por una de las reses contra el vallado de protección y cayó sobre la calzada. El otro herido resultó corneado por la vaquilla que se suelta después del encierro y presenta una herida por asta en el brazo derecho con dos trayectorias.

El hombre ha sido atendido en el quirófano móvil y se le han realizado las primeras curas con anestesia local y posteriormente se ha derivado al hospital Ciudad de Coria donde previsiblemente sea sometido a una nueva intervención quirúrgica. Todo sucedió cuando la vaquilla metió la cornamenta al interior de la jaula e hirió al aficionado que estaba resguardado tras las vallas.

El mozo que se precipitó al suelo presenta una lesión en la cadera y una lesión en la nariz, por lo que deberá ser sometido a las diferentes pruebas diagnósticas y radiológicas en el hospital ya que podría presentar fractura de nariz y cadera, todo ello debido a que fue arrollado por los mansos y por los corredores.

Según explicó uno de los testigos directos del incidente, el mozo venía corriendo por la parte izquierda delante de las reses que se aproximaban peligrosamente y para evitar la cornamenta de los novillos se cruzó hacia la derecha con tan mala fortuna que tropezó con el pie de uno de los corredores y uno de los novillos le empujó contra el vallado y cayó inconsciente al suelo.

Inmediatamente el resto de aficionados lo traslado en volandas con tan mala fortuna que se equivocaron en el lugar de ubicación de los servicios médicos y le llevaron al ayuntamiento por error, cuando la unidad móvil del quirófano está ubicada entre la oficina de Maphre y Librería Neruda, justo al lado de la plaza de Colón.

Al producirse dos heridos que ocuparon las dos ambulancias fue necesario suspender de manera anticipada la lidia de la vaquilla, ya que las dos unidades médicas debían trasladarse al hospital con los dos heridos. Antes de la conclusión del festejo, se vivieron también momentos de tensión y estampida cuando la vaquilla intentó en varias ocasiones escaparse del recinto al introducir la cabeza fuera del vallado.

Por otra parte, una tercera persona tuvo que pasar por la enfermería con un golpe de calor. Se trata de un hombre de mediana edad, con un problema de hipertensión, que sufrió un mareo. Según explicó el responsable de los servicios médicos, el doctor Ricardo Iglesias, el hombre deberá ser observado en el domicilio por sus familiares y en caso de continuar con la sensación de mareo deberá volver a visitar el centro de salud para un reconocimiento más exhaustivo.

Desarrollo del encierro

Al margen de los incidentes y el parte médico, la manada concluyó el recorrido entre la calle Goya y la plaza de los Toros en 2 minutos y 30 segundos y se demoró algunos segundos más debido a que dos mansos quedaron atrapados entre el vallado de protección y la plaza, ya que los miembros de la organización cerraron rápidamente las puertas de la plaza dejando fuera a los dos cabestros.

Los animales salieron disgregados con dos mansos y tres novillos en cabeza y posteriormente en una segunda manada los otros tres toros y cerrados por los dos últimos mansos. Una vez que se aproximaron a la plaza del mercado de Abastos se unieron todos juntos en carrera. Los seis astados se sumaban a los dos primeros mansos y desembocaban en la plaza de Colón aunque finalmente quedaron en la parte final del trayecto los dos últimos bueyes atrapados entre las vallas de protección.

Desembarque de las reses

Por la mañana, el desembarque de los astados de la ganadería de María del Carmen Valiente fue tranquilo y se desarrolló con normalidad y compartieron espacio con la parada de mansos formada por tres bueyes berrendos en colorado y uno colorado.

Los seis novillos extremeños son hijos de dos sementales diferentes como explicó en los corrales de la calle Goya el empresario taurino, organizador de las fiestas, Alberto Manuel Hornos. Definió la novillada como "muy buena" para la categoría que tiene Moraleja. Dijo tener muy buena confianza en la camada y vaticinó que la novillada de la tarde será "enrazada y brava".

La novillada está formada por el astado número 86, de nombre Escritor, con pelaje berrendo en claro; Extremeño, con el número 2 y bragao salpicado, Tamaro con el número 57 y burraco; el novillo Abanico, con el número 54, negro meano; Oresano con el número 84 y de pelaje negro, y por último con el número 25 Domingo, barranco claro.