Los mayordomos de la Virgen de Valdefuentes de Montehermoso han anunciado que mantendrán las celebraciones religiosas en la ermita de la patrona, ubicada en la zona de regadío del término municipal y a seis kilómetros del casco urbano. El grupo de mayordomos se ha pronunciado así ante el debate existente en la calle sobre la posibilidad de cambiar las celebraciones de la romería prevista para el 8 de mayo.

El ayuntamiento informó hace algunas semanas, en palabras de su alcalde Carlos Labrador, que se estaba estudiando la posibilidad del traslado a la dehesa debido a la falta de espacio existente en el paraje actual y principalmente por problemas de seguridad con los aparcamientos de vehículos en la misma carretera y ante la posibilidad de que las autoridades prohiban dichos aparcamientos en esta zona como hasta ahora.

Una de las mayordomas de la patrona, María Jesús Domínguez, indicó que ellos desarrollarán las celebraciones tradicionales de ese día con misa, procesión y subasta de ofrendas.

El grupo de mayordomos, formado por 18 personas, reconoce que en la zona de la ermita siempre ha habido poco espacio. Una circunstancia que se ha agravado en las últimas ediciones con la aglomeración de público y la instalación de carpas de bares. Domínguez afirma que aún el ayuntamiento no les ha comunicado una decisión definitiva sobre los preparativos, aunque ellos continuarán con la programación habitual en homenaje a la virgen de Valdefuentes.

En relación a este asunto, el alcalde ha indiciado que el tema sigue estando sobre la mesa para su estudio y análisis y continúan las reuniones con las autoridades. Labrador reconoce que es difícil dividir la fiesta entre la ermita y la dehesa y reconoció que en la localidad hay opiniones de todo tipo. Según el dirigente local el emplazamiento es complicado y no hay una postura común de consenso sobre el futuro de la fiesta.

El ayuntamiento sigue barajando opciones como volver a recuperar los viajes gratuitos en autobús desde el municipio hasta la ermita para evitar que se desplacen tantos vehículos, o tomar la decisión de cerrar las carpas y bares a una hora prudencial que no provoque la aglomeración de público en el paraje hasta altas horas de la madrugada.